Premiados por su trabajo sobre instituciones y prosperidad global
Ayer, lunes 14 de octubre, se entregó el Premio Nobel de Economía 2024. Los condecorados fueron los economistas británicos, Simon Johnson y James Robinson, y el economista turcoamericano Daron Acemoğlu, por su innovadora investigación sobre la conexión entre las instituciones políticas y económicas y la prosperidad de los países. Las grandes obras que destacan de los receptores de este premio son «Por qué fracasan los países«, por Acemoğlu y Robinson, y «13 Bankers: The Wall Street Takeover and the Next Financial Meltdown«, por Johnson y James Kwak.
https://x.com/NobelPrize/status/1845763241147785723
Países: Instituciones inclusivas versus extractivas
El enfoque de Acemoğlu, Johnson y Robinson sostiene que las instituciones determinan si un país prospera o queda atrapado en la pobreza. Así, distinguen las instituciones extractivas de las inclusivas:
Las instituciones extractivas son aquellas que vulneran derechos y carecen de seguridad jurídica, debilitando los Estados de Derecho. Se indica que en estas, las élites buscan su beneficio a costa del resto de su población, lo que desincentiva la generación de riqueza, la innovación y el desarrollo social en dichas regiones.
Las instituciones inclusivas, por el contrario, son aquellas que respetan los derechos de propiedad y el Estado de Derecho. Bajo este marco, se fomenta un círculo virtuoso de crecimiento que mitiga las desigualdades.
Un claro ejemplo es el caso de Nogales, una ciudad dividida entre México y Estados Unidos. En este escenario, el lado estadounidense ofrece oportunidades gracias a sus instituciones inclusivas, mientras que el lado mexicano enfrenta barreras causadas por instituciones más restrictivas. La diferencia radica en los sistemas políticos y económicos que rigen cada lado de la frontera. Los economistas basaron su estudio en el origen de las instituciones impuestas durante la colonización. Afirman que, en territorios donde las élites coloniales implantaron sistemas extractivos, estos se perpetuaron tras la independencia, afectando su desarrollo a largo plazo.
Sistema Financiero
Poniendo el foco en los mercados financieros, Simon Johnson planteó la problemática de la concentración de poder en las instituciones financieras, y su impacto sobre la estabilidad económica.
Señala la creciente regulación y la captura del sistema por parte de unas pocas élites financieras. En la criptoindustria, este es un conflicto que hemos visto acentuarse en los últimos tiempos, manifiestamente con las acciones de la SEC.
También se señala a los bancos ‘demasiado grandes para caer’ y se cuestiona cómo influyen en las crisis financieras; e incluso el poder que tienen ciertos centros financieros como Wall Street sobre las políticas económicas y monetarias de sus países, confundiendo el mercado con el Estado. A través de su trabajo, los economistas galardonados subrayan que la calidad institucional es clave para evitar dichas crisis, ya que instituciones débiles facilitan la corrupción y limitan la efectividad de las políticas monetarias.
Criptomonedas y el futuro de las instituciones económicas
Una de las preguntas que más nos podría interesar a raíz de estos trabajos es si las instituciones tradicionales pueden ser reemplazadas o complementadas por sistemas basados en blockchain.
Por ejemplo, sabiendo que las cryptos eliminan la necesidad de intermediarios, se puede llegar a reducir la posibilidad de corrupción, aumentando la transparencia por la verificación de la blockchain. Además, los proyectos de gobernanza descentralizada (DAOs) podrían permitir que los ciudadanos participen directamente en la toma de decisiones, rompiendo con los modelos extractivos tradicionales, y beneficiando a sectores marginados por el sistema bancario tradicional.
La cuestión fundamental es si las nuevas tecnologías podrán superar las resistencias de las élites y transformar los sistemas extractivos que aún dominan en muchas partes del mundo. El desafío es grande, incluso a la hora de llegar a la adopción individual, por la barrera de conocimiento que todavía existe en el sector. A pesar de ello, como sugiere el trabajo de los premiados, el camino hacia la prosperidad comienza con instituciones que promuevan la participación de todos.
¿Las criptomonedas están cada vez más cerca del Premio Nobel?
En crypto noticias anteriores, discutimos acerca de la posibilidad de que Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum (ETH), fuese uno de los galardonados de este año. En efecto, pese a su temprana edad, Buterin es una figura muy reconocida en la crypto comunidad, por razones como haber creado la segunda mayor blockchain del mundo y la principal plataforma de aplicaciones descentralizadas (dApps), finanzas descentralizadas (DeFi) y tokens no fungibles (NFT), entre otras cosas.
Esto sin contar la enorme revolución económica y tecnológica que empezó Satoshi Nakamoto al crear Bitcoin, lo que, le convierte en la entidad que más merece un Nobel dentro del sector. Por desgracia (o no), todavía no se conoce la identidad del fundador de BTC, por lo que es muy complicado que llegue a ser honorado por la institución sueco-noruega.