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El Banco Central Europeo (BCE) ha realizado importantes avances en el desarrollo de un euro digital, la llamada moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés). Tras un estudio de dos años, el banco pasa a la fase de preparación de este ambicioso proyecto.
El euro digital se acerca a la realidad
El BCE no se lanzó sin más a esta aventura. Tras una profunda investigación de dos años, el banco decidió pasar a la fase preparatoria del proyecto. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, considera el euro digital como una variante electrónica del efectivo, ideal para todo tipo de transacciones digitales. No sólo sería gratuito, sino que también cumpliría los requisitos más estrictos.
«Tenemos que preparar nuestra moneda para el futuro. Vemos el euro digital como una variante digital del efectivo que puede utilizarse para todos los pagos digitales, de forma gratuita, y que cumple las normas de privacidad más estrictas.»
Está previsto que la próxima fase de preparación del euro digital comience el 1 de noviembre de 2023 y dure dos años. Durante este periodo, se ultimará la normativa relativa al euro digital. Además, se seleccionarán proveedores para desarrollar la plataforma y la infraestructura del euro digital.
Riesgos potenciales a examen
Aunque el entusiasmo por el euro digital es grande, también existen preocupaciones. Mairead McGuinness, responsable de servicios financieros de la UE, ha pedido una evaluación exhaustiva de la propuesta del euro digital. En una conferencia celebrada en septiembre, McGuinness subrayó la necesidad de no precipitarse y de considerar la decisión antes de las elecciones de junio de 2024. Afirmó:
«El Consejo Ejecutivo decidirá la siguiente fase del proyecto. Pero permítanme ser muy clara: una posible decisión del Consejo Ejecutivo de emitir un euro digital no está ahora en la agenda y sólo se tomará después de que se apruebe la legislación.»
El BCE y las instituciones europeas siguen colaborando estrechamente para determinar el diseño óptimo del euro digital y garantizar que se ajuste a las necesidades y preferencias de los ciudadanos. Con la preparación adecuada y la consideración de los riesgos, el euro digital podría ser un paso revolucionario en el futuro de las criptomonedas.