Foto: monticello/Shutterstock
El Foro Económico Mundial (FEM) tampoco permanece impasible ante la invasión de la criptoindustria. En un nuevo estudio, el FEM examina detalladamente la necesidad de una regulación de las criptomonedas y esboza la mejor forma de aplicarla.
El sector de las criptomonedas es único
El sector de las criptomonedas es único y relativamente nuevo. Por eso los gobiernos han tenido hasta ahora grandes dificultades para establecer normas claras. A menudo, los legisladores tienen que construir estas normativas cryptodesde cero. Los legisladores se enfrentan a múltiples retos, según el estudio.
«Los criptoactivos y su infraestructura no siempre encajan fácilmente en el actual estilo de mediación de la legislación, incluso cuando las actividades cripto se parecen a las del sector financiero tradicional».
Los componentes del sector criptográfico que son completamente ajenos a los legisladores suelen tener un alto grado de anonimato. Algunos ejemplos son los mezcladores de criptomonedas, los wallets autocustodiados y los intercambios descentralizados (DeFi). Otro punto importante, al menos según la investigación del FEM, es el alto riesgo de «contaminación» de la industria financiera tradicional por parte del sector de las criptomonedas.
Este último punto puede tener algo de verdad. Pero es importante señalar que lo contrario también es posible. De hecho, no hace mucho, vimos cómo los problemas del sector financiero tradicional causaban grandes problemas en el criptoterritorio.
En marzo, por ejemplo, el banco estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) se hundió tras graves problemas de liquidez. Se descubrió que Circle, la criptoempresa que está detrás de la stablecoin USDC, tenía una gran exposición al SVB. Se desató el pánico y USDC llegó a perder brevemente su vinculación (peg) al dólar. Afortunadamente, el pánico se disipó rápidamente, pero demostró cómo la «TradFi» también puede afectar negativamente al sector de las criptomonedas.
El enfoque estadounidense es un mal ejemplo
Volvamos a la investigación del FEM. El estudio destaca la importancia de la cooperación entre el sector de las criptomonedas y los legisladores: «Los legisladores y los accionistas del sector [de las criptomonedas] deben trabajar juntos en múltiples jurisdicciones para garantizar la coherencia y la claridad», opina el estudio.
El FEM también indica cómo no hacerlo. La regulación mediante una aplicación estricta no es el camino a seguir. Como ejemplo, el estudio cita la situación en Estados Unidos. De hecho, la SEC es de todo menos servicial con la criptoindustria estadounidense, y eso por decirlo suavemente.
«Este enfoque no es recomendable para construir un marco legislativo», afirma. La ‘regulación mediante la aplicación estricta’ impide cualquier debate significativo que determine lo que debe regularse y lo que no».
