Foto: Shutterstock/NGCHIYUI
La llegada de las criptomonedas ha introducido un nuevo reto para las fuerzas de seguridad: la lucha contra el blanqueo de capitales. A pesar de la transparencia de la tecnología blockchain, que hace que cada transacción sea visible para el público, los delincuentes siguen desarrollando métodos innovadores para ocultar el origen de sus fondos.
El blanqueo de dinero con criptomonedas
Según un informe de Chainalysis, se ha producido un descenso en la cantidad de criptomonedas utilizadas para actividades ilícitas. El informe, titulado Money Laundering and Cryptocurrency Report, muestra que en 2023 se enviaron $22.200 millones de dólares en criptomonedas desde direcciones ilegales a diversos servicios.
Esta cifra es inferior a los $31.500 millones de dólares del año anterior. Esto se debe a varios factores, entre ellos medidas más estrictas contra los mezcladores de criptomonedas como Tornado Cash y Sinbad, que han sido clausurados por las autoridades estadounidenses . A pesar del declive de los métodos tradicionales de blanqueo de dinero, los ciberdelincuentes han adaptado sus tácticas. Un cambio importante es el paso a los puentes entre cadenas. Esta tecnología permite a los usuarios mover fondos entre distintas cadenas de bloques.
Esto dificulta el seguimiento de las transacciones por parte de las fuerzas de seguridad. Por ejemplo, según las estadísticas, más del 80% de los flujos totales de dinero en operaciones de blanqueo pasan por múltiples monederos intermedios.
Mezcladores de criptomonedas y monedas pricateadas, los grandes culpables
El Grupo Lazarus, un conocido grupo de hackers norcoreanos, hace un uso extensivo del tipo de mezcladores mencionados. Los mezcladores de criptomonedas, junto con las monedas de privacidad, son la forma más popular de malversar digitalmente tu dinero. El mezclador más conocido es Tornado Cash. Es uno de los muchos servicios que han experimentado un repunte en el número de usuarios este año.
Las monedas de privacidad, como monero (XMR) y zcash (ZEC), también encajan muy bien con estos delincuentes. Estas monedas están diseñadas para mejorar el anonimato. Esto dificulta enormemente el seguimiento de las transacciones por parte de las autoridades. Los reguladores, supervisores y legisladores pueden hacer muy poco al respecto. El informe de Chainalysis muestra que las centrales de criptointercambio se utilizan de forma sospechosa. Más de la mitad de todos los fondos ilícitos pasan por las mayores bolsas de criptomonedas.
Lógicamente, también son populares las plataformas en las que los usuarios apenas tienen que facilitar información a la bolsa. El problema es que no es obligatorio conocer al cliente (Know-Your-Customer, KYC), lo que exige, entre otras cosas, que los usuarios compartan fotos de un documento de identidad válido para ser admitidos en la plataforma.