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El gobierno chino se está abriendo gradualmente a la tecnología blockchain y las criptomonedas. No está sucediendo rápidamente y todavía hay muchas cosas que no son posibles en China, pero Hong Kong ofrece un regalo del cielo para muchas grandes empresas chinas. Varios gestores de activos chinos han solicitado principalmente a través de Hong Kong Fondos Cotizados en Bolsa (ETFs) para Bitcoin (BTC).
Las empresas chinas quieren ofrecer ETFs de Bitcoin
Así escribía el lunes el periódico estatal chino Securities Times. Las filiales hongkonesas de Harvest Fund y Southern Fund gestionan más de 200.000 millones de dólares y ambas quieren crear fondos de Bitcoin registrados en Hong Kong, según el diario económico.
Según noticias de principios de año, Harvest Fund, concretamente, ha solicitado un ETF al contado para Bitcoin a la Autoridad del Mercado de Hong Kong. No está claro exactamente qué tipo de fondo querría Southern Fund. Sin embargo, podría tratarse igualmente de un ETF al contado.
Actualmente, Southern Fund ya ofrece un ETF de Bitcoin y otro de Ethereum a través de la bolsa de Hong Kong, aunque estos se basan en contratos de futuros. Así que es obvio que este fondo también querría un ETF al contado, que, entre otras cosas, son mucho más baratos para los inversores porque el emisor no tiene que negociar con contratos de futuros.
La situación de las criptomonedas en China sigue siendo vaga
Las empresas chinas se han interesado por las criptomonedas desde que el propio Hong Kong se abrió a ellas. De hecho, invertir en cripto sigue estando prohibido en China continental. Sin embargo, los inversores pueden poseer criptomonedas, ya que el pasado mes de septiembre un juez dictaminó que de repente esto era legal.
También parece que las criptomonedas son muy populares entre los inversores chinos, a pesar de la prohibición de comerciar con ellas. Las cryptos son incluso más populares en China que en muchos otros países del sudeste asiático. Para ello, no sólo utilizan VPN, sino incluso lugares físicos como merenderos y lavanderías para intercambiar direcciones de monederos entre sí «en la vida real».