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Para poder ofrecer servicios de crypto se suele requerir licencias y permisos complicados. Un gran procesador de pagos de Francia lo ha conseguido, puede que ahora se centren en ampliar sus servicios de criptomonedas en Europa.
Aprobación de la licencia de criptomonedas
El Grupo BCB (BCB), con sede en Francia, ha recibido la aprobación de los dos principales reguladores financieros para operar como Institución de Dinero Electrónico (EMI) y un Proveedor de Servicios de Activos Digitales (DASP). La empresa lo comparte en un reciente anuncio.
El Grupo BCB es un procesador de pagos que vincula las crypto-empresas con el sistema bancario. Las autorizaciones, que fueron concedidas por la Authorité de contrôle prudentiel et de résolution (ACPR) y la Authorité des marchés financiers (AMF) ofrecen al BCB más opciones en sus servicios.
Toda empresa en Francia que quiera emitir, gestionar o suministrar dinero digital debe solicitar una permiso para actuar como IME. Pueden solicitarlo a la ACPR. También puede utilizarse para ofrecer diversos servicios de pago. Las empresas que deseen gestionar o comerciar con criptomonedas deben solicitar un DASP para solicitarlo a la AMF.
Aunque los productos EMI ya se ofrecen a los clientes, actualmente están esperando la aprobación de la AMF para lanzar también los productos DASP.
Francia es elegida a propósito como crypto-refugio
BCB señala en su comunicado que han elegido Francia como puerto base europeo porque las normas sobre innovación en activos digitales. Además, el dinámico ecosistema de servicios bancarios y financieros les atrajo mucho.
Una vez obtenida la autorización, la empresa se centrará en seguir expandiéndose por Europa. Entablará colaboraciones con diversas partes de los mercados financieros. Según el presidente del BCB, Oliver Tonkin, este paso supone un auténtico «cambio de juego». Desde el Brexit, por primera vez tiene la oportunidad de dar sus primeros pasos en la esfera económica de Europa.
El anterior intento en Europa fracasó
No es el primer intento de la empresa por establecerse en suelo europeo. El año pasado planeó adquirir un banco en Alemania. Sin embargo, debido a retrasos normativos y a las cambiantes condiciones del mercado, en junio del año pasado decidieron no dar el paso.