Recientemente informamos en Crypto Insiders acerca de las investigaciones que Argentina está llevando a cabo sobre el crypto proyecto «Worldcoin». Este polémico proyecto, liderado por el fundador de OpenAI y ChatGPT, Sam Altman, está atrapando todas las miradas (nunca mejor dicho) debido a que se centra en el manejo de datos biométricos. Ya son varios los gobiernos que están mostrando cierto descontento, y España se incluye ahora entre ellos.
Preocupación por la privacidad de los datos biométricos
En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) está actualmente evaluando cuatro denuncias dirigidas contra Worldcoin, provenientes de Madrid y Cataluña. De igual manera, la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) ya había expresado su preocupación, advirtiendo sobre los riesgos de ceder datos biométricos, especialmente los relacionados con el escaneo de iris.
En España, la cifra de integrantes del proyecto ya asciende a la friolera de 360.000 individuos. Además, la atracción del proyecto especialmente a los adolescentes es algo notorio, pues la edad de consentimiento para ceder datos personales se sitúa a partir de 16 años. A inicios de esta semana vimos el gran hito que había conseguido el precio de la criptomoneda Worldcoin (WLD), aumentando un 240% su precio, por lo que no es de extrañar que el intercambio sea apetitoso para un público más joven.
¿Worldcoin cumple con las Normativas de Protección de Datos?
Periodistas del MIT Technology Review investigaron la empresa recientemente y encontraron una diferencia significativa entre los comunicados públicos del proyecto y la experiencia del usuario. Algunos usuarios han señalado en las redes sociales que el código QR proporcionado por la empresa está vinculado a su cuenta personal de Google, por ejemplo. Esto puede dar lugar a prácticas comerciales fraudulentas, lo que, de ser cierto, podría estar violando el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea (UE).
Worldcoin, por su parte, asegura que la participación es totalmente opcional y que los datos no serán vendidos.
“Los usuarios no tienen que proveer información personal para registrarse, ni tampoco proporcionar sus correos, números de teléfono, perfiles sociales o nombres […] Ninguno de los datos recolectados, incluidas las imágenes que toman los «Orbs», ni han sido ni serán vendidas”
Incluso desde la Worldcoin Foundation se afirmaba lo siguiente, para desvincularse de las acusaciones:
«Worldcoin invita a los reguladores, incluidas las autoridades de protección de datos españolas, y a los consumidores a consultar y buscar información o aclaraciones sobre sus programas disponibles para las personas en sus comunidades, ciudades, países o regiones»
A pesar de estas afirmaciones, la controversia persiste, destacando la delicada línea entre la oferta de criptomonedas y la protección de la privacidad, por lo que deberá de seguir enfrentando investigaciones en Alemania, Kenia, Argentina, Francia, y ahora también España.
