En 2023, el mundo de las criptomonedas alcanzará un hito importante. Según un informe reciente de Chainalysis, en 2023 se habrá producido una drástica reducción de la actividad delictiva en el mercado de las criptomonedas. Este cambio indica un posible cambio hacia una mayor estabilidad y legitimidad en el sector, pero hay un inconveniente.
Las crypto transacciones ilegales caen en picado
El año pasado se produjo un descenso significativo de casi el 40% en el valor de las criptomonedas que llegaron a manos de direcciones ilegales, por un total de más de $24.000 millones. Esta cifra representa sólo el 0,34% del volumen total de transacciones en el mercado de criptomonedas. Es importante señalar que estas cifras son preliminares y es probable que aumenten a medida que Chainalysis identifique más direcciones sospechosas. No obstante, la tendencia a la disminución de la actividad delictiva es un indicio de que el sector de las criptomonedas está dando pasos hacia un entorno más seguro.
Hasta 2021, Bitcoin (BTC) era la principal elección para las transacciones delictivas en el mundo de las criptomonedas. Sin embargo, en los últimos dos años, se ha producido un claro cambio hacia las stablecoins. En 2023, las stablecoins representaban aproximadamente dos tercios del volumen de transacciones ilícitas. Este cambio puede atribuirse a la estabilidad y fiabilidad que ofrecen las stablecoins, lo que las convierte en una opción atractiva para las transacciones ilícitas.
Disminución de las estafas y hackeos de criptomonedas
Otro signo positivo es el descenso significativo tanto de las estafas como de los hackeos de criptomonedas, con descensos del 29,2% y el 54,3% respectivamente. Aunque hay un descenso en ciertos tipos de delitos, el informe de Chainalysis también muestra un aumento en otras áreas, como el ransomware. Así que, por desgracia, no todo son buenas noticias. Estas formas de delincuencia crypto son cada vez más populares y constituyen una espina clavada para todo el sector.
En 2023 se robaron criptomonedas por valor de más de $2.000 millones. Aunque es menos que el año anterior, obviamente sigue siendo un asunto espinoso para todo el mercado.
Estos recientes avances en el declive de la actividad delictiva en el mundo de las criptomonedas sugieren que el sector entra en una nueva fase de maduración y estabilización. Sin embargo, el sector sigue enfrentándose a desafíos. El aumento del ransomware y las actividades de la darknet requieren soluciones innovadoras y una estrecha cooperación entre las plataformas criptográficas, los usuarios y los reguladores.