La regulación de las criptomonedas ha sido un tema controversial que inunda las noticias de cryptos últimamente. Un grupo independiente de reflexión sobre banca central y política económica, liderado por Patricia Haas Cleveland, ha expresado su opinión acerca la regulación de las criptomonedas, afirmando que debe ser realizada de manera cuidadosa, para no ahogar al sector ni reprimir los proyectos revolucionarios.
¿Las criptomonedas, o las tecnologías disruptivas?
Patricia Haas Cleveland, presidenta estadounidense del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF, por sus siglas en inglés), expresó en un blog publicado el lunes que las consecuencias de la implosión de FTX han sentado las bases para una mayor claridad regulatoria, pero advirtió que este impulso debe abordarse con cautela.
Sostiene que la verdad detrás de la implosión de FTX no está tanto en las criptomonedas, sino que está más bien en los avances en la tecnología subyacente, como la blockchain, que están creando herramientas y aplicaciones transformadoras.
Estas tecnologías están ayudando a impulsar la Web3 y remodelar la industria financiera, tanto en el ámbito de las finanzas descentralizadas (DeFi) como en el de las finanzas tradicionales, donde se está utilizando la tecnología de libro mayor distribuido para hacer más eficientes los procesos y los pagos. Además, Haas menciona el uso de blockchain por parte de HSBC y Goldman Sachs como un buen ejemplo de casos de uso.
El equilibrar entre la protección de los inversores y la innovación
Haas advierte que la represión del sector de las criptomonedas podría ocurrir debido a medidas coercitivas sin precedentes por parte de los reguladores. Señaló que ha habido un récord de medidas coercitivas por parte la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) contra los crypto comerciantes en 2022, algo que hemos podido leer recientemente en numerosos casos.
La banquera enfatiza que es crucial permitir que prosperen el desarrollo y la evolución de las tecnologías, y sugiere que la regulación equilibre la protección de los inversores con la innovación para evitar la pérdida de oportunidades. Además, propone abordar las limitaciones de la escalabilidad y accesibilidad de las blockchains para mejorar la privacidad, velocidad y reducir costes.