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Bitcoin (BTC) suele ser criticado desde todos los frentes porque muchos creen que la blockchain tiene un efecto perjudicial sobre el clima. Pero algunos lo ponen en duda. Y ahora la empresa de contabilidad KPMG también entra en esta lista. Según esta firma contable de las Cuatro Grandes, el efecto de Bitcoin podría ser en realidad un positivo neto.
Bitcoin no tiene por qué acelerar el cambio climático
Así lo escribe KPMG en un informe de investigación. Según la firma de contabilidad, la minería de Bitcoin no tiene por qué ser tan perjudicial para el medio ambiente en absoluto. De hecho, podría contribuir positivamente al clima. Para ello son fundamentales cuatro estrategias diferentes.
La primera consiste simplemente en utilizar fuentes de energía renovables. Se trata de una estrategia controvertida. Estas fuentes de energía no pueden explotarse a gran escala en todas partes.
Por ello, algunos creen que la capacidad utilizada para el Bitcoin debería emplearse para otros fines, aunque las renovables supondrían el 58,9% del consumo total de la red Bitcoin.
Bitcoin como incentivo para ser más sostenible
La segunda técnica consiste en equilibrar la demanda en la red eléctrica. Esto ha estado ocurriendo en el estado norteamericano de Texas desde que el estado lucha contra los cambios climáticos severos. Al apagar temporalmente el hardware minero, el resto de la red eléctrica puede hacer frente mejor a las condiciones.
Esto no ofrece realmente una mejora medioambiental, pero garantiza que Bitcoin no cause problemas adicionales. Los mineros que participan en esto incluso cobran por ello.
Igualmente creativo es utilizar la minería de Bitcoin como calefacción. Al fin y al cabo, el hardware de minería ASIC necesario emite bastante calor, y éste se pierde si no se utiliza para algo útil. Mientras tanto, en edificios, piscinas e invernaderos, por ejemplo, es precisamente el gas natural el que se utiliza mayoritariamente para la calefacción. Así que se puede hacer de otra manera, algo que demostró un invernadero holandés el año pasado.
La última forma es reutilizar el gas metano (CH4). En algunos casos, el metano simplemente se quema, como durante la quema en antorcha en la industria petrolera. Hoy en día, las compañías petroleras utilizan cada vez más este exceso de gas para generar energía. La electricidad puede utilizarse después para otras cosas, como la minería de Bitcoin. Según KPMG, la minería de Bitcoin es un incentivo financiero para hacer más sostenible este tipo de consumo.