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La Conferencia Bitcoin 2024 ha vuelto a poner en vilo la carrera electoral estadounidense. Los candidatos presidenciales Robert F. Kennedy Jr. y Donald Trump hicieron ambos llamativas promesas sobre Bitcoin. Jack Mallers calificó este momento de «histórico y similar al shock de Nixon en 1972» si resulta que los planes se llevan a cabo y estamos en vísperas de una nueva era económica.
El plan BTC de Kennedy
Robert F. Kennedy Jr, que se presenta como candidato independiente a las elecciones presidenciales, sorprendió al público con su ambiciosa propuesta. Quiere crear una reserva de bitcoins del tamaño de la reserva total de oro de Estados Unidos. En la práctica, esto equivaldría a unos 4 millones de BTC. Y eso es mucho. Equivale casi al 20% de la cantidad total de Bitcoin que existirá jamás. Kennedy considera que Bitcoin es una «moneda justa» por su naturaleza descentralizada y transparente. Incluso está considerando vincular un nuevo bono gubernamental a una cesta de divisas, incluido el Bitcoin.
Trump se muestra más cauto
Donald Trump, el candidato presidencial republicano respaldado por Vivek Ramaswamy, fue más cauto en sus compromisos durante su intervención en la conferencia. Prometió mantener las actuales reservas de Bitcoin del gobierno, pero no fue tan lejos como el plan de Kennedy de comprar activamente Bitcoin.
Trump dijo: «Durante demasiado tiempo, nuestro gobierno ha violado la regla más importante de todo propietario de Bitcoin: nunca vendas tu Bitcoin». Una declaración que, por supuesto, fue recibida con entusiasmo por la audiencia. Aun así, dejó cierto margen para la interpretación y, sobre todo, en hasta dónde llegaría cualquier administración Trump en la adopción de la criptomonedas.
Se presenta un «proyecto de ley Bitcoin»
El debate se concretó aún más cuando la senadora Cynthia Lummis anunció que presentaría un proyecto de ley para crear una reserva estratégica de Bitcoin. Su plan incluye tres puntos principales:
- Acumular 1 millón de BTC en cinco años, lo que representa alrededor del 5% de la oferta mundial.
- Mantener esta reserva de BTC durante al menos 20 años.
- Utilizar la reserva sólo para reducir la deuda nacional.
Subrayó que este plan ayudaría a proteger el dólar de la inflación y reforzaría la posición de Estados Unidos en la economía mundial en el mejor de los casos.
¿Por qué esta atención al Bitcoin?
El repentino interés de los políticos por Bitcoin y otros activos digitales no es casual. Ambos bandos ven en la criptomoneda una forma de alcanzar múltiples objetivos:
- Proteger el dólar de la inflación en un momento de incertidumbre económica.
- Reforzar la posición de Estados Unidos como líder financiero mundial.
- Estimular la innovación en el sector financiero, que puede generar crecimiento económico y nuevos puestos de trabajo.
- Responder a la creciente digitalización del dinero y al auge de las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) en otros países.
Cada crypto voto cuenta
Un aspecto de este desarrollo que no puede pasarse por alto es la creciente influencia de los crypto inversores como electorado. Según los datos de Triple A, 72 millones de estadounidenses poseen criptoactivos, lo que representa aproximadamente una cuarta parte de la población adulta. En un momento en que las elecciones suelen decidirse por estrechos márgenes, este grupo de votantes podría ser el factor decisivo. Esto puede explicar por qué tanto republicanos como demócratas se centran cada vez más en políticas «criptoamigables».
¿Crypto especulación o realidad?
Que estos ambiciosos planes se hagan realidad depende de varios factores. En primer lugar, por supuesto, los resultados electorales, pero sobre todo el apoyo del Congreso desempeña un papel crucial.
Convertir las promesas de campaña y los «proyectos de ley» en política real es un proceso complejo, especialmente cuando se trata de un cambio tan revolucionario de la política monetaria. En Estados Unidos, un proyecto de ley es un texto legislativo que debe ser aprobado por el Congreso. Si tanto la Cámara de Representantes como el Senado están de acuerdo, la propuesta pasa al presidente. Si la cohorte de criptomonedas tiene suerte, entonces Trump se convertirá en el presidente, que será el encargado de firmarla, convirtiéndola en ley.
Aún así, después de esta conferencia, una cosa parece clara: Bitcoin ya no es una «moneda para delincuentes» en la política estadounidense. El resultado de estas elecciones podría determinar el futuro de los activos digitales, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Si la mayor economía del mundo llegara a constituir realmente una gran reserva de Bitcoin pronto, esto podría ser potencialmente el comienzo de la tesis de la adopción del «estado-nación«.
Después de los primeros ETFs de Bitcoin, este reconocimiento de Bitcoin al más alto nivel político es increíblemente especial y podría conducir a una mayor legitimidad y, en consecuencia, a una mayor apreciación del mayor activo digital. Independientemente del resultado, por ahora parece que las criptodivisas se han asegurado un lugar permanente en el centro del debate político y económico estadounidense.