Musk perdió $14.000 millones en poco tiempo, pero es el gran ganador
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Tesla invirtió $1.500 millones en Bitcoin a principios de 2021, impulsando el precio a máximos históricos. En mayo de 2021, Elon Musk perdió nada menos que $14.000 millones con un solo tuit. Concretamente, el alto empresario anunció que su Tesla dejaba de aceptar pagos debido al impacto medioambiental de la minería de Bitcoins. Lo que a priori parecía una acción temeraria resultó ser uno de los movimientos corporativos más estratégicos de la historia.
Cómo un tuit de Musk sacudió el mercado de las criptomonedas
En febrero de 2021, Tesla conmocionó al mundo al anunciar una mega inversión de $1.500 millones en Bitcoin (BTC). Al hacerlo, la empresa se convirtió en la primera gran multinacional en abrazar las criptomonedas tan abiertamente. Bitcoin alcanzó rápidamente un máximo histórico de $64.000 en abril de ese año. Esa subida de precios se vio impulsada en parte por las influyentes publicaciones de Musk en Twitter (ahora más conocido como X) y el conocimiento de que Tesla aceptaba Bitcoin. Pero el 12 de mayo de 2021, todo cambió. En efecto, Musk tuiteó lo siguiente:
«Tesla ha suspendido la compra de vehículos con Bitcoin. Estamos preocupados por el rápido aumento del uso de combustibles fósiles para la minería y las transacciones de Bitcoin, especialmente el carbón, que tiene las peores emisiones de todos los combustibles.»
El impacto fue enorme, un día negro en el mundo de las criptomonedas. De hecho, Bitcoin perdió más del 12% de su valor en cuestión de horas y el mercado global de criptomonedas vio evaporarse $365.000 millones en valor en apenas una semana. Los analistas calificaron la acción de Musk de impulsiva e irresponsable. Pero no se trataba de una decisión impulsiva, sino todo lo contrario.
La misión de Tesla siempre ha sido acelerar la transición a las energías renovables. Los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) encajan perfectamente con esta misión, ya que evalúan a las empresas por su sostenibilidad e impacto ético. Al señalar el impacto ecológico de la minería de Bitcoins, Musk puso de relieve una importante cuestión medioambiental. Además, con ello también subrayó la determinación de Tesla de mantenerse fiel a sus valores fundamentales. A partir de entonces, Tesla fue conocida como pionera en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Ya entonces ese ámbito estaba adquiriendo cada vez más importancia en el mundo de la inversión.
Musk obliga a la crypto industria a ser sostenible con un mensaje
Bitcoin luchó en su momento con una imagen de alto consumo energético. Los críticos señalaron que consume más energía anualmente que países enteros. Con su tuit, Musk obligó al sector de las criptomonedas a considerar seriamente la sostenibilidad. Las principales operaciones mineras comenzaron a cambiar a energías renovables en cuestión de meses, y el debate sobre la sostenibilidad en el sector despegó. La acción de Musk obtuvo el apoyo de los inversores centrados en ESG, que representan billones de dólares. Donde los entusiastas de las criptomonedas podrían haberse enfadado, los fondos sostenibles vieron a un líder que se atrevió a adoptar una postura clara.
Musk dejó la puerta abierta al regreso de Bitcoin a Tesla. Anunció que el fabricante de automóviles estadounidense volvería a aceptar la mayor criptomoneda una vez que su proceso de minería estuviera alimentado al menos en un 50% por energías renovables. No se trataba sólo de una condición, sino de una hoja de ruta para todo el sector de las criptomonedas. Musk orientó así el futuro tanto de los vehículos eléctricos como de las criptomonedas.
Lo que a primera vista parecía una enorme pérdida fue en realidad un movimiento estratégico. La «pérdida» de $14.000 millones no era tal: Musk reforzó el liderazgo de Tesla en sostenibilidad, atrajo a inversores ESG y demostró un poder de mercado sin precedentes. Su planteamiento demuestra que su estrategia no se basó en una decisión impulsiva, sino en una visión sólida y la mentalidad psicológica adecuada.
