Foto: BTC argentina
Cuando el peso argentino se deprecia significativamente frente al dólar estadounidense, los argentinos recurren en masa al bitcoin (BTC) como refugio seguro. En los últimos 12 meses, el peso ha perdido hasta cuatro veces su valor, lo que ha llevado el interés por las criptomonedas a nuevas alturas. Recientemente Bloomberg informó de que casi 35.000 argentinos han comprado bitcoin en sólo una semana, el doble de la media semanal del año pasado.
De las stablecoins al bitcoin
Varios exchanges importantes de Argentina, como Lemon Cash, Ripio y Belo, han observado una tendencia similar. Manuel Beaudroi, CEO de Belo, señala que aunque la compra de stablecoins ha caído del 70% al 60%, el interés por bitcoin y también por ethereum ha aumentado significativamente. Esto se debe en parte a la reciente subida del precio del bitcoin. Belo afirma que el volumen en bitcoin y ether a principios de 2024 es ya 10 veces superior al del mismo periodo del año pasado.
«Los usuarios deciden comprar Bitcoin cuando ven noticias de que la moneda está subiendo, mientras que stablecoin es más pragmática y suele utilizarse con fines transaccionales, como vehículo para realizar pagos en el extranjero.»
El auge de las «cryptocuevas»
Curiosamente, a pesar de la creciente popularidad del bitcoin, los argentinos también siguen mostrando interés por las stablecoins. Muchos de ellos recurren a las llamadas «cryptocuevas» (mercados negros) para comprar stablecoins vinculadas al dólar estadounidense. Esta vía alternativa ofrece una salida a los estrictos controles de divisas y a la creciente inflación del país. Esa inflación alcanzó un astronómico 254% en febrero.
El gobierno argentino también parece reconocer el potencial de las criptomonedas. En diciembre de 2023, la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Diana Mondino, anunció un decreto que incluye reformas económicas y desregulaciones. Este decreto permite el uso de bitcoin y otras criptomonedas en transacciones en el país bajo ciertas condiciones.
Mientras el peso argentino sigue cayendo y la inflación se mantiene increíblemente alta, recurrir a las criptomonedas parece un movimiento lógico para muchos en el país. En cualquier caso, el creciente interés por el bitcoin y la aceptación gradual del crypto en el sistema económico apuntan a un posible punto de inflexión.