¿Podría esto cambiar en septiembre?
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Fue un mes de agosto bastante volátil para el Bitcoin. El 5 de agosto, el precio se desplomó, pero poco después la moneda digital consiguió recuperarse.
Sin embargo, es frustrante ver que el Nasdaq 100, el S&P 500, el ORO e incluso el AEX holandés se han recuperado considerablemente, mientras que el precio del Bitcoin se queda rezagado por ahora.
Evolución positiva del Bitcoin
A primera vista, en agosto se produjeron acontecimientos positivos para el tipo de cambio del Bitcoin. Por ejemplo, la Reserva Federal dejó de centrarse en la inflación y la estabilidad de los precios para centrarse en parte en el mercado laboral y en mantener la estabilidad de la economía.
En efecto, este cambio de enfoque significa que la Reserva Federal pretende reducir su política restrictiva y que los tipos de interés podrían bajar a corto plazo. El último informe sobre la inflación del índice de precios PCE del viernes pasado no trajo sorpresas al respecto.
¿Si la inflación hubiera sido mucho más alta el viernes? De ser así, el banco central estadounidense podría haber dado marcha atrás, pero no lo hizo. La inflación subyacente PCE se situó en el 2,6%, incluso ligeramente por debajo de lo esperado.
A pesar de que con estas cifras sigue estando por encima del objetivo del 2,0% de la Reserva Federal, está claro que la inflación va a la baja. En este sentido, todo avanza lentamente en la dirección correcta para el mercado.
De hecho, con los tipos de interés actuales en el 5,25%-5,50%, existe la mayor brecha desde 2007 entre la inflación y los tipos de interés. En este sentido, es incluso la Reserva Federal más estricta de los últimos 17 años.
¿Qué significa esto para el Bitcoin?
Para el Bitcoin, es positivo que los tipos de interés estén bajando. Sin embargo, lo crucial es que la economía estadounidense sobreviva y que no suframos una recesión. De hecho, una recesión podría ser un obstáculo en los próximos meses.
Que una recesión sigue siendo una posibilidad queda claro en el gráfico de Charlie Bilello que figura más arriba, que muestra que actualmente nos enfrentamos a la política de tipos de interés más estricta desde 2007.
Es muy posible que los datos sobre la economía estadounidense caigan de repente en picado. Así que, en ese sentido, debemos ser cautos y vigilar de cerca la economía.