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El año que viene se celebrarán elecciones presidenciales en Estados Unidos, y con la creciente adopción de las criptomonedas y la Web3, casi no hay escapatoria para todos los candidatos presidenciales: cada vez más votantes estadounidenses invierten en criptomonedas y, hasta cierto punto, tendrán en cuenta las criptopolíticas a la hora de elegir candidatos. Robert Kennedy Jr, uno de los candidatos presidenciales, expresó ayer sus críticas hacia las Monedas Digitales de los Bancos Centrales (CBDCs, por sus siglas en inglés) y reveló que es partidario del Bitcoin (BTC).
Crítico con las CBDC
A través de un hilo en Twitter, el posible sucesor de Joe Biden reveló que cree que la digitalización de las monedas ya ha dado al gobierno poderes sin precedentes para supervisar y controlar la vida económica. Considera que las CBDC aumentarían aún más este poder del gobierno.
Kennedy destacó cómo los gobiernos sin CBDC ya han censurado a sus enemigos políticos. Dijo que esto ocurre a menudo en los regímenes autoritarios, pero también en los países occidentales. Se refirió a la situación en Canadá a principios de este año, donde el gobierno congeló las cuentas bancarias de más de 200 personas por sus protestas contra el mandato de las vacunas. Según Kennedy, este ejemplo ilustra que lo mismo podría ocurrir en EEUU.
Sin embargo, la postura del candidato presidencial sobre las CBDC no es ninguna sorpresa, pues ya las describió en una ocasión como una herramienta para la “esclavitud financiera y la tiranía política”.
Partidario de Bitcoin
Kennedy también expresó su apoyo al Bitcoin porque permite a la gente realizar transacciones sin la intervención del gobierno. Además, describió al rey de las criptomonedas como un «salvavidas para los movimientos de personas de todo el mundo».
Debido a su naturaleza descentralizada, a diferencia de las CBDC, Bitcoin es un dinero políticamente neutral y a prueba de censura. Todo el mundo puede participar en la red y no hay nadie que bloquee o rechace las transacciones de la blockchain.
Con los CBDC, el banco central tiene la sartén por el mango para influir en la cantidad de dinero y también para programarlo.