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El índice bursátil estadounidense S&P 500 recibió una señal extremadamente alcista el día de San Valentín. Históricamente, si el S&P 500 logra registrar una ganancia anual preliminar de al menos el 3% el 14 de febrero, eso casi siempre se traduce en un año bursátil fantástico. Para los inversores experimentados, esto no es ninguna sorpresa, ya que saben que un periodo fuerte suele preceder a más subidas de precios.
Este año, el S&P 500 logró una rentabilidad del 4,0% hasta el día de San Valentín, y sobre esa base, podemos ser optimistas sobre el resto de 2025.
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Gran oportunidad de números verdes
En 32 ocasiones anteriores, el S&P 500 registró una rentabilidad anual preliminar de al menos el 3,0% el día de San Valentín.
Esas 32 veces fueron seguidas de rentabilidades positivas en 30 casos. Conclusión: en casi el 94% de los casos, el resto del año fue verde. De media, esto produjo una rentabilidad anualizada del 13,7%, mientras que la rentabilidad anualizada media del S&P 500 es de un agradable 7,7%.
Así pues, basándonos en el pasado, podemos esperar otro año excepcional. Y eso es, cuando menos, especial, ya que en los últimos años hemos estado bastante mimados por los rendimientos del S&P 500. Por supuesto, este tipo de datos no ofrece ninguna garantía, pero sí una lección importante.
Lecciones importantes para los inversores
En primer lugar, que merece la pena ser positivo sobre el mercado de valores. Por término medio, el mercado bursátil, especialmente el estadounidense, es una buena inversión. Las personas que se preparan para las recesiones o son siempre pesimistas suelen salir perdiendo frente al simple inversor que compra el S&P 500 semanal o mensualmente.
En segundo lugar, nos enseña la importante lección de respetar la tendencia. Si la bolsa sube en el primer mes y medio del año, es probable que haya un clima de inversión positivo. Y, al parecer, eso suele trasladarse al resto del año.
En otras palabras, un clima de inversión positivo a principios de año da muchas probabilidades de un buen final de año. No es una garantía, por supuesto, pero tampoco existen tales cosas en las finanzas.
En principio, esto también es un buen augurio para el Bitcoin, ya que la moneda digital sigue teniendo una alta correlación con el S&P 500.