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Coinbase está sufriendo actualmente las consecuencias de las políticas sobre criptomonedas del gobierno estadounidense. En particular, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) está regulando duramente el sector, razón por la cual Coinbase ha decidido demandar a la SEC. En un alegato dirigido al gobierno, el consejero delegado de Coinbase, Brian Armstrong, explica que una buena criptopolítica es una cuestión de seguridad nacional.
Coinbase: EE.UU. obstaculiza la criptoinnovación
Armstrong escribe esto en un artículo de opinión para MarketWatch. El alto ejecutivo cree que EE.UU. debería poner todo su empeño en regular adecuadamente el mercado, en lugar de que los reguladores continúen con las actuales políticas obstaculizadoras. EE.UU., señaló, es líder mundial en el sector financiero.
Pero eso podría cambiar si el país continúa con las políticas actuales, advierte Armstrong. Esto se debe a que obliga a la innovación a trasladarse al extranjero. Esto es algo que también parece estar ocurriendo, según una encuesta de un fondo de inversión europeo. De hecho, muchas empresas se están trasladando de Estados Unidos a Europa. Además, la proporción de todo el capital riesgo que acaba en EE.UU. es ahora mucho menor.
Según el máximo responsable de Coinbase, el siglo XX se ha convertido en el «siglo americano», ya que la tecnología ha impulsado el sistema financiero. Con las criptodivisas, ambos están aún más estrechamente vinculados. Cree que las cryptos y la blockchain son el epítome de la innovación (financiera).
El dominio chino es el peligro
Donde EE.UU. deja puntos, China toma el relevo, argumenta Armstrong. Porque tanto el Gobierno chino como las empresas chinas no se quedan quietos. Por ejemplo, Alipay y Tencent ya permiten realizar pagos instantáneos, mientras que el sistema bancario estadounidense sigue siendo lento y se limita a los horarios de apertura de los bancos.
China también está trabajando ya intensamente en el yuan digital, o moneda digital del Banco Central de China (CBDC). Los funcionarios, por ejemplo, ya cobran en ella. Mientras tanto, el mismo proyecto en EE.UU. sigue en fase de desarrollo. China también podría empezar a utilizar el “eCNY” en el comercio internacional. Eso podría amenazar al dólar estadounidense.
Si la criptopolítica del gobierno estadounidense fuera menos extrema, traería la innovación a territorio estadounidense. Eso es bueno para el gigante americano, y menos beneficioso para China, opina Armstrong. Además, Estados Unidos no solo tiene a China como competidor. Países como el Reino Unido, Japón, Singapur y la Unión Europea también quieren ser importantes centros de criptomonedas. Así que Estados Unidos tiene mucho que perder.