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En el mundo de las criptomonedas hay muchas figuras notables e historias de éxito impresionantes, pero pocas son tan convincentes como la historia de Tim Draper. Con un don para las inversiones audaces, Draper ha dejado su huella en el mundo de las criptomonedas. En este artículo, profundizamos en los antecedentes de este hombre y en su movimiento más notable: comprar 30.000 Bitcoin (BTC) durante una subasta.
¿Quién es Tim Draper?
Nacido en una familia de inversores, parecía destinado que Tim Draper también siguiera esos pasos. Tras graduarse en la Universidad de Stanford y obtener un MBA en la Harvard Business School, Draper se hizo un nombre en la meca de la industria tecnológica, Silicon Valley. La tercera generación de la familia empresarial Draper, fundó Draper Fisher Jurvetson (DFJ), una firma de inversión que realizó las primeras inversiones en gigantes tecnológicos como Tesla, Skype y Baidu.
Subasta de Silk Road
Sin embargo, 2014 fue el año que lo cambió todo para Draper. La infame Silk Road, una especie de mercado ilegal en la darkweb, fue clausurada por el Gobierno estadounidense y los Bitcoins incautados se subastaron. Sin dudarlo, Draper compró nada menos que 30.000 Bitcoins. A muchos les pareció una apuesta arriesgada -después de todo, el Bitcoin no era tan popular ni conocido entonces como ahora-, pero para Draper fue una oportunidad de invertir en el futuro de las finanzas.
De millones a miles de millones gracias al Bitcoin
La decisión de comprar esos 30.000 Bitcoins fue poco menos que visionaria. Cuando compró los Bitcoins, su valor conjunto rondaba los 17 millones de dólares. Desde entonces, el valor del Bitcoin ha alcanzado cotas astronómicas. De hecho, los 30.000 bitcoins valdrían algo más de 2.000 millones de dólares durante el pico alcanzado en 2021. Una rentabilidad de alrededor del 12.000
Aunque Draper nunca nos ha dicho exactamente cuánto pagó por el enorme botín de Bitcoins, podemos decir con cierta certeza que fue una inversión extremadamente lucrativa para él.
Sin embargo, Draper nunca ha vendido sus Bitcoins. De hecho, sigue comprando más BTC. Lo hace porque cree firmemente que las monedas fiduciarias son cosa del pasado. Según Draper, el mundo de las criptomonedas revolucionará el sistema financiero. Por esta razón, sigue siendo un hodl’er después de todos estos años.
Su decisión de invertir en Bitcoin durante la subasta de Silk Road no sólo fue un testimonio de su creencia en el futuro de las criptomonedas, sino también una lección sobre cómo reconocer y aprovechar las oportunidades. Para muchos en el mundo de la inversión, Draper es un icono de la visión de futuro y de cosechar los frutos de decisiones arriesgadas pero bien meditadas.