La informática molecular puede transformar las redes blockchain
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Puede sonar como algo para un futuro muy lejano, pero pronto podría ser posible hacer funcionar redes informáticas enteras en células vivas gracias a un reciente avance en informática molecular realizado por científicos de Estados Unidos.
Ordenadores vivos
Según una investigación publicada el 22 de agosto, un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad Johns Hopkins ha construido un ordenador de ADN funcional.
El almacenamiento en ADN existe desde hace tiempo, pero éste podría ser el primer ordenador molecular funcional del mundo que puede utilizarse tanto para almacenamiento como para funciones computacionales, basado en el ADN. En varias pruebas realizadas hasta ahora, el ordenador de ADN ha resuelto varios problemas de sudoku y ajedrez.
La mayoría de los ordenadores moleculares se desarrollan a partir de ADN sintetizado. Esto significa que, por ahora, es poco probable que veamos aplicaciones prácticas de estos ordenadores. Con futuros desarrollos y ampliaciones, podría incluso ser posible conectar en red ordenadores basados en el ADN dentro de un mismo organismo.
Ordenador basado en células cerebrales humanas
Otro proyecto de FinalSpark que trabaja con células vivas ha desarrollado un ordenador basado en células cerebrales humanas. Este ordenador funciona con neuronas que reciben una señal eléctrica.
La singularidad de este proyecto es que las empresas de IA pueden alquilar parte de un ordenador. Al igual que las células humanas, estos ordenadores «mueren» al cabo de 100 días, pero mientras tanto es posible entrenarlos. Para ello, se pueden dar recompensas en forma de serotonina, como hace nuestro cerebro, y refuerzos negativos en forma de señal eléctrica.
Según la propia empresa, estos ordenadores son hasta cien mil veces más eficientes que los tradicionales basados en silicio que conocemos. Al utilizar células cerebrales, los ordenadores son muy compactos y no utilizan silicio.
Blockchains vivas
En principio, estos ordenadores vivos permitirían desarrollar blockchains vivas, tal y como lo escuchas. Diferentes células del cuerpo de una persona actuarían como nodos de validación de todas las transacciones que tuvieran lugar en la blockchain celular.
Así que, en teoría, sería posible construir una red de blockchain celular en un órgano específico, como el corazón o el hígado, para validar la función y verificar la integridad celular. Puede que se trate de una tecnología de un futuro lejano, ya que actualmente está fuera del alcance del ser humano. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que es posible.