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El ex-CEO del exchange de criptomonedas FTX, derribada en noviembre de 2022, está metido en un buen lío. Parecía que la situación del ex-CEO Sam Bankman-Fried no podía empeorar, pero ha salido a la luz nueva información. Supuestamente, SBF se puso en contacto con un testigo potencial en enero para manipularlo. Por ello, el fiscal quiere revocar su libertad bajo fianza.
Nuevo giro en la criptodemanda FTX
El viernes se produjo un nuevo giro en el caso contra Bankman-Fried. Según la fiscalía, SBF había estado en contacto con el actual presidente de FTX US el 15 de enero. La fiscalía quiere ahora que se revoque la libertad bajo fianza de SBF. Actualmente, SBF se encuentra en casa de sus padres en California y espera allí el juicio.
Hace unos meses, ya se prohibió a SBF utilizar servicios de mensajería como Whatsapp. De hecho, supuestamente ya entonces intentaba ponerse en contacto con posibles testigos. Según nueva información, también habría presionado a su ex colega y compañera sentimental Caroline Ellison. Por ejemplo, filtró su diario y llamó a un periodista más de 100 veces.
La fiscalía ya se había quejado del comportamiento de SBF. En aquel momento, el juez emitió una severa advertencia e impuso más restricciones a SBF y a su familia. Según el fiscal, esto no es suficiente, de ahí la petición actual del fiscal. El fiscal quiere que SBF espere el inicio de su juicio en la cárcel y no bajo fianza.
El CEO de la criptobolsa SBF sigue comportándose mal
No está claro cuándo atará los cabos el juez. Sin embargo, el juez está sometido a mucha presión. Después de todo, SBF ha demostrado una y otra vez su incapacidad para cumplir. En definitiva, se trata de un comportamiento sospechoso y la preocupación del fiscal no parece fuera de lugar.
Lo sorprendente de toda esta historia es que Bankman-Fried sigue manteniendo su inocencia. Supuestamente, nunca tuvo conocimiento de las malas prácticas que se llevaban a cabo entre bastidores en FTX. Por tanto, es un misterio por qué SBF intentó presionar a antiguos colegas. De hecho, muchos de esos colegas ya han confesado su culpabilidad.