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El pasado mes de marzo, la Oficina Federal de Investigación (FBI) de EE.UU. visitó el domicilio del ex consejero delegado del crypto exchange Kraken, Jesse Powell. El registro es el resultado de una investigación en curso en la que el ex CEO está acusado de piratear y acosar cibernéticamente a un grupo artístico sin ánimo de lucro, según ha compartido The New York Times.
Redada del FBI contra el fundador de Kraken
El registro tuvo lugar en Brentwood, un barrio de Los Ángeles. El FBI se llevó allí varios objetos como posibles pruebas, entre ellos equipos electrónicos. La investigación lleva en marcha desde el pasado otoño, cuando el centro artístico Verge Center for the Arts acusó a Powell de varias cosas. Por ejemplo, según el grupo artístico, el ex director general habría interferido en las cuentas informáticas de la organización sin ánimo de lucro y bloqueado el acceso de los miembros a sus cuentas de correo electrónico. No está claro cuáles fueron exactamente los posibles motivos de Powell para llevar a cabo estas acciones ni cuál pudo ser su repercusión.
Aunque el caso es notable, según una portavoz de Kraken, no tiene relación con la importante plataforma de comercio de criptomonedas en sí. El antiguo consejero delegado y, al fin y al cabo, cofundador de la plataforma de negociación, ha dejado su puesto de liderazgo durante varios meses. No obstante, sigue trabajando como presidente del consejo de administración. Aún no está claro si la investigación en curso afectará realmente a su posición como presidente del consejo de administración de Kraken.
El ex consejero delegado de Kraken lleva tiempo en desacuerdo con las autoridades
A principios de este año, Powell fue bastante franco con las autoridades estadounidenses. Por ejemplo, acusó a las autoridades estadounidenses de sabotear a los «buenos» actores del sector de las criptomonedas después de que la plataforma de negociación tuviera que cerrar su programa de staking de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés). El ex CEO argumentó que estas acciones ralentizan la adopción de la tecnología blockchain y también destruyen capital. Mientras tanto, la SEC ha llevado su pie de guerra al siguiente nivel llevando a los tribunales tanto a Binance como a Coinbase.