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Mientras tanto, la crisis bancaria también ha cruzado el Atlántico. Credit Suisse es uno de los bancos europeos que ha tenido que ser vendido a la fuerza para mantener alguna perspectiva. El fundador de Cardano (ADA), Charles Hoskinson, afirma que no le permitieron abrir una cuenta en el banco suizo en 2014 porque el crypto era «demasiado arriesgado».
Crypto demasiado inestable
En 2014, Hoskinson se autoproclamó Director General de Ethereum (ETH) antes de que le echaran. Cuando quiso abrir una cuenta bancaria en Credit Suisse, se la denegaron. La razón fue que las criptomonedas eran demasiado peligrosas e inestables para trabajar con ellas. Hoskinson lo contó en su podcast del 20 de marzo.
«La gente de Credit Suisse dijo ‘demasiado peligroso, no podemos hacerlo, sería demasiado inestable, terrible, tenemos una reputación que defender, estamos aquí a largo plazo, llevamos aquí 150 años, no podemos abrazar esto de las criptomonedas'». Y ahora mira, quién compra Credit Suisse: UBS, sólo si lo compra el gobierno suizo».
UBS, que va a comprar Credit Suisse, es una institución financiera suiza que, irónicamente, es bastante ‘crypto-friendly’. Por cierto, en 2008, UBS fue comprada por el gobierno suizo con dinero de los contribuyentes tras las grandes pérdidas sufridas durante la crisis financiera.
El sistema bancario se tambalea
Hoskinson se refiere a la ironía e hipocresía del sistema bancario actual. Según él, el sistema bancario actual se está desmoronando.
«Se espera que el sistema bancario se desmorone porque siempre ha sido un ponzi. Toman el dinero de otras personas y lo multiplican de la nada. Luego se lo dan a gente de todo el mundo. En cuanto las cosas van un poco mal, proyectan las pérdidas sobre la sociedad. Esto ocurre en el sector bancario desde hace años».
Según Hoskinson, los recientes cierres de bancos son sólo el principio de la crisis bancaria y no se detendrán ahí.
«Actualmente, estamos viendo el efecto contagio de este sistema. Del Silicon Valley Bank al Signature Bank y al Credit Suisse, y eso continuará».
Aunque Credit Suisse aún no ha cerrado sus puertas, los inversores ya han perdido la fe en el banco. Las acciones del banco sufrieron una caída libre de casi el 70%.