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El 5 de junio, la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) demandó a Binance. Eso fue una gran noticia, pero poco después, el organismo regulador también demandó a Coinbase. Según Chris Giancarlo, ex-director de la Comisión del Mercado de Materias Primas de Estados Unidos (CFTC), el momento es un poco inoportuno.
El ex-director de la CFTC critica a la SEC
El ex-funcionario del gobierno declaró esto en un evento del Financial Times en Nueva York, escribe The Block. Sin embargo, no citó como motivo la llegada de la demanda de Coinbase ante la SEC justo después de la interpuesta contra Binance, sino el hecho de que la acusación se revelara apenas unas horas antes de que el director jurídico de Coinbase, Paul Grewal, tuviera que hacer una declaración ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Es evidente que el ex director de la CFTC tiene años de experiencia dirigiendo una agencia gubernamental. Cree que, debido al momento elegido, la acusación parece deliberada. «Así es la política», declaró en la entrevista con Financial Times.
Esta entrevista versaba sorprendentemente sobre el papel de la innovación en la seguridad nacional. El director ejecutivo de Coinbase, Brian Armstrong, escribió recientemente un alegato sobre cómo las criptopolíticas desfavorables de EE.UU. podrían suponer una amenaza para la seguridad nacional del país.
¿La regulación de las criptomonedas en Estados Unidos este año?
También se preguntó a Giancarlo sobre los diversos proyectos de ley que circulan en el gobierno estadounidense. Cree que hay muchas posibilidades de que la Cámara de Representantes de EEUU apruebe las propuestas este mismo año. Pero las posibilidades de que el Senado apruebe también los mismos proyectos de ley son menores, según él.
Giancarlo fue director de la CFTC de 2017 a 2019. Después de esto, se ha mostrado regularmente crítico con lo que ocurre en el mercado. Por ejemplo, durante su mandato de 2018, consideró que la CFTC investigaba muy poco sobre blockchain y cripto, lo que habría repercutido en la política estadounidense. También consideraba que Europa era mucho más progresista en la regulación de las criptomonedas que Estados Unidos.