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El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) se incautó recientemente de un enorme botín de criptomonedas. Estas criptomonedas están supuestamente vinculadas a un tipo especial de estafa, a saber, la «carnicería del cerdo». Este tipo de estafa se ha hecho muy popular recientemente entre los estafadores y otras personas malintencionadas.
Contra los estafadores de criptomonedas
Este tipo de estafa debe su nombre a la forma en que se engorda a los cerdos antes de llevarlos al matadero. En el caso de la criptoestafa, por supuesto, no se sacrifica a nadie, pero los estafadores se llevan el dinero de la víctima.
Los delincuentes se ponen en contacto con las víctimas a través de mensajes en las redes sociales, por ejemplo, y les ofrecen una gran inversión que puede reportarles importantes beneficios. Explican cómo han encontrado los datos de contacto y atraen a la gente hacia planes sospechosos. Los delincuentes entablan así una relación confidencial, a menudo incluso romántica, con las víctimas y acaban llevándose todo el dinero posible.
Los estadounidenses han desarticulado una gigantesca organización de este tipo en la ciudad de Los Ángeles. Según un comunicado de prensa del Departamento, se dice que una cuenta específica tenía almacenados más de $66 millones en criptodivisas. El Departamento de Justicia se ha incautado de la totalidad de estos fondos.
«Los estafadores llaman ‘cerdos’ a las víctimas de las estafas porque utilizan argumentos elaborados para hacer creer a las víctimas que tienen una relación romántica o una relación personal cercana. Una vez que la víctima confía lo suficiente en el estafador, éste la introduce en un plan de inversión en criptomoneda», dice una declaración jurada.
La «carnicería del cerdo» es popular en todas partes
No sólo al otro lado del Atlántico se producen estas malas prácticas. También ocurre con frecuencia más cerca de casa. En el Reino Unido, a principios de este año, se localizaron cerca de 170 «empresas estafadoras», algunas de las cuales son presuntamente culpables de esta forma de estafa.
Por tanto, no es descabellado el pensar que estos estafadores también puedan actuar en los países hispanos.