Visa ayuda a los bancos crear sus propias stablecoins
Foto: Markus Mainka/Shutterstock
Visa ha anunciado una nueva iniciativa con la que pretende apoyar a los bancos en la emisión de sus propios tokens en la red de Ethereum (ETH). Este proyecto, denominado Visa Tokenised Asset Platform (VTAP), permite a las instituciones financieras crear y gestionar tokens digitales respaldados por dinero fiduciario.
Criptomonedas para bancos
VTAP permite a los bancos emitir representaciones digitales de monedas tradicionales en la blockchain de Ethereum. Vinculados uno a uno con monedas fiduciarias como el euro o el dólar, estos tokens ofrecen las ventajas de la tecnología blockchain sin renunciar a la estabilidad de las monedas convencionales.
Catherine Gu, responsable de CBDC y protocolos de Visa, explica:
«VTAP permite a los bancos aprovechar la eficiencia y transparencia de blockchain sin dejar de operar en el marco familiar de las monedas fiduciarias.»
BBVA se apunta a la iniciativa
El banco español BBVA es una de las primeras instituciones financieras en empezar a utilizar VTAP. El banco tiene previsto lanzar un piloto en 2025, en el que emitirá y probará sus propios tokens basados en Ethereum.
Al ayudar a los bancos a emitir tokens de Ethereum, Visa pretende acelerar y simplificar diversos procesos financieros. Transacciones que normalmente llevan días, como la compra de bienes inmuebles o la negociación de bonos, podrían completarse en cuestión de minutos con esta tecnología.
Visa en problemas con Estados Unidos
El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DoJ) ha presentado una demanda contra Visa, acusando a la empresa de abuso de poder y monopolización.
La demanda alega que Visa obliga a los vendedores a cooperar sólo con ellos, excluyendo así a los competidores. Con una cuota de mercado del 60%, Visa ganaría miles de millones al año en comisiones por transacción, lo que, según el DoJ, afecta negativamente a los precios que pagan finalmente los consumidores.
Además, la demanda alega que Visa entra en colaboraciones estratégicas con competidores potenciales para eliminarlos efectivamente como amenaza en el mercado. Estas prácticas supuestamente conducen a una menor competencia, precios más altos y opciones limitadas para los consumidores, a pesar de la aparición de proveedores alternativos.