Ya escribimos esta semana que, tras dos largos años de investigación, el Banco Central Europeo (BCE) ha iniciado la siguiente fase del euro digital. Esta fase, en la que se darán los últimos retoques, durará otros dos años. Sin embargo, los reguladores europeos de datos están preocupados y quieren normas de privacidad más claras.
Los reguladores de datos critican al BCE
El Consejo Europeo de Protección de Datos y el Supervisor Europeo de Protección de Datos han respondido a los planes del BCE en una declaración conjunta. También han hecho algunas sugerencias sobre la próxima «moneda digital del banco central» europeo (CBDC).
Por ejemplo, a los dos reguladores de datos les gustaría que se mejoraran los mecanismos de protección de los datos personales de los usuarios. Por ejemplo, el plan actual del BCE contempla puntos de datos singulares por usuario.
Los reguladores de datos proponen revisarlo. Cuestionan que sean necesarios puntos de datos singulares por usuario. Como alternativa, proponen la conservación descentralizada de estos datos.
Otra parte del plan del BCE es que todas las transacciones se sometan a las normas contra el blanqueo de dinero y el terrorismo. Los dos reguladores europeos de datos prefieren «medidas menos extremas».
Prefieren el llamado «umbral de privacidad» para las transacciones en línea. Las transacciones con un valor inferior a este umbral no deberían estar sujetas a estas medidas contra el blanqueo de capitales y el terrorismo, afirman los reguladores de datos. Se refieren a «transacciones diarias de escaso valor», pero no mencionan un umbral específico.
El euro digital, menos anónimo de lo que se pensaba
A los detractores del euro digital lo que más les preocupa son las implicaciones para la privacidad. De hecho, un CBDC europeo privaría a los usuarios de toda libertad financiera. Son preocupaciones legítimas si dependen de los dos reguladores europeos de datos. Ahora corresponde al BCE evaluar y, en su caso, aplicar los dictámenes de los reguladores de datos.
A principios de septiembre, Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE, seguía afirmando que el euro digital tendría un alto grado de anonimato. A finales de mes, sin embargo, se dio marcha atrás. Los últimos planes del BCE también muestran que el euro digital aún tiene muchas implicaciones para la privacidad.