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Hace unas semanas, saltó la noticia de que BlackRock había presentado una solicitud para un tipo especial de ETF de Bitcoin ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Puede que esto no parezca una gran noticia sobre el Bitcoin, pero es más importante de lo que podría pensar. Aquí puede leer por qué.
Los ETF de Bitcoin son más baratos – al contado o no
Para ser precisos, no se trataba de un fondo cotizado en bolsa (ETF) normal, sino del llamado «ETF al contado». Esto significa que no se mantienen contratos de futuros de Bitcoin como activo subyacente, sino Bitcoins reales. Hace poco comentamos que esto es teóricamente más barato para los inversores.
A menudo, usted ya paga las comisiones sin darse cuenta. Esto se debe a que a veces están incorporadas en el propio fondo, por lo que cuando usted invierte, entrega las comisiones directamente al fondo. Las comisiones las muestra el emisor del producto de bolsa en su página web. Cabe mencionar que aún no existe ningún fondo de este tipo en Estados Unidos.
Además, de todos modos, los costes de un ETF son mucho más bajos que los de los alternativos. De hecho, en el mundo financiero también existen fondos de inversión regulares que no cotizan en bolsa. Estas empresas suelen cobrar también comisiones por gestionar su dinero. Estas incluyen no solo las comisiones anuales, que suelen rondar el 2%, sino también las denominadas comisiones de rentabilidad. Si el fondo obtiene mejores resultados de los que anuncia oficialmente, usted paga comisiones adicionales. Estas pueden ascender a menudo a varias decenas de puntos porcentuales.
Los ETF también son beneficiosos para el inversor perspicaz. Esto se debe a que los ETF son relativamente líquidos; al fin y al cabo, cotizan en bolsa, lo que facilita su compra y venta. En el caso de algunos otros fondos, el fondo no le permite recuperar su dinero inmediatamente.
Los ETF de Bitcoin están pensados para los grandes
Quizá lo más importante es que los ETF ofrecen oportunidades a los grandes inversores. Con esto no nos referimos a «gente corriente» con mucho dinero, sino a grandes instituciones financieras. Al fin y al cabo, estas tienen normas que cumplir. A veces tienen obligaciones autoimpuestas que les impiden invertir en determinados productos financieros, y a veces se lo prohíben ciertas normativas.
Con los ETF, pueden sortear esto de una forma que es a la vez legal y que les mantiene fieles a los inversores. Muchos fondos quieren una exposición indirecta a las criptomonedas. Puede pensar en bancos y gestores de activos tradicionales, pero también en fondos de pensiones. Todos gestionan enormes sumas de dinero, pero invertir en Bitcoin (BTC) y otras criptodivisas no suele estar permitido en sentido directo. En forma de ETF, a menudo sí se les permite.
Las esperanzas puestas en los ETF al contado mencionados anteriormente podrían reforzar la demanda de este tipo de instituciones. Los costes más bajos también harán que estos ETF sean más atractivos para estas partes. Por cierto, los fondos existen desde hace tiempo fuera de EE.UU., incluso en España. Así que la espera es principalmente para EE.UU.