Los tipos de los dividendos suelen ser superiores a los del ahorro
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Warren Buffett, uno de los mayores inversores de todos los tiempos, ha ganado miles de millones con una estrategia sencilla pero poderosa: las acciones con dividendos. ¿Qué son exactamente los dividendos? Y lo que es más importante, ¿cómo puedes utilizarlos para construir tus propios ingresos pasivos? En este artículo, descubrirás cómo hacer crecer tu propia cartera y cómo puedes ganar potencialmente miles de euros al año con esta estrategia de inversión.
¿Cómo se puede ganar dinero con los dividendos?
El dividendo es el pago de beneficios de una empresa a ti como accionista. Suele ser una parte del beneficio en función de tu número de acciones, y además, como empresa, no tiene por qué cotizar en bolsa. Así que una empresa mediana-pequeña (PYME) cercana a ti también puede pagar dividendos porque posee un número de acciones.
Sin embargo, es más accesible y fácil cuando los dividendos proceden de empresas que cotizan en bolsa. Esto se debe a que entonces puede comprar las acciones del dividendo en una bolsa de valores, incluso desde tu móvil. Todas estas empresas pagan dividendos. Esto te permite generar ingresos pasivos.
¿Cómo se generan ingresos pasivos?
El dinero que ganas sin tener que trabajar activamente para conseguirlo se conoce también como ingresos pasivos. A diferencia de un salario, por el que se trabaja directamente, los ingresos pasivos suelen seguir fluyendo con poco esfuerzo diario.
Uno de los componentes de los ingresos pasivos son los dividendos. La mayoría de las empresas pagan dividendos trimestral, semestral o anualmente. En términos porcentuales, los pagos de dividendos suelen ser superiores a los intereses de tu cuenta de ahorros, lo que hace atractivo comprar acciones de una empresa. Pero esto depende de los beneficios que obtenga la empresa.
Impuestos sobre los dividendos en acciones
Además del riesgo que siempre conllevan las acciones, también hay que tratar con Hacienda. Éste se queda con parte de los dividendos que te pagan.
Afortunadamente, a menudo no tienes que remitirlos tu mismo si operas a través de un intermediario. Piensa, por ejemplo, en DeGiro, que se encarga de remitir correctamente los impuestos que tu debes pagar.
Invertir implica riesgos. Investiga siempre por tu cuenta y consulta a un asesor financiero antes de tomar una decisión.