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Imagínate: ¡dentro de 20 años serás millonario! Parece un sueño lejano, pero con un enfoque inteligente y un poco de paciencia, realmente puede suceder. No se trata sólo de cuánto puedes ahorrar cada mes, sino sobre todo de dónde pones ese dinero. Veamos cuáles son tus opciones.
Utilizar la bolsa
Empecemos por la bolsa, que históricamente ha ofrecido una rentabilidad media de alrededor del 7% anual.
Si invirtieras tu dinero en acciones, sólo necesitaría ahorrar €2.842 al mes para llegar al millón en 20 años. Eso equivale a €94,74 al día.
Utiliza el mercado de criptomonedas
Pero tal vez seas alguien que se atreve a asumir algún riesgo adicional. El mercado de criptomonedas ha ofrecido grandes rendimientos en los últimos años. Por supuesto, el riesgo es mucho mayor, pero imagina conseguir una frugal media del 20% anual.
Eso te deja con €1.520 al mes para ganar un millón en 20 años. Dicha suma equivale a €50,67 al día. Mucho menos que en la bolsa.
¿Y con una cuenta de ahorro?
Sin intereses ni rendimientos, necesitarías ahorrar hasta €4.166,67 al mes. Eso equivale a unos €137,89 al día. Para la mayoría de la gente, eso es sencillamente inviable.
Pero imagina que lo pones en una cuenta de ahorro favorable, con una rentabilidad del 3%. Eso te deja con «solo» 3.348 euros al mes para ahorrar. Significa que tendrías que ahorrar unos €111,60 al día.
Los expertos suelen recomendar ahorrar en torno al 10% de los ingresos. Supongamos que gana €3.700 al mes, de los que se recomienda ahorrar €370. Al cabo de 20 años, sin intereses, habrá ahorrado unos €88.800.
Con una rentabilidad del 3%, habrás ahorrado unos €122.000. Pero si hubieras invertido en renta variable o criptomonedas, esta cantidad podría haber sido mucho mayor.
Lo importante es empezar. Tanto si decides ahorrar como invertir, lo importante es tener un plan y seguirlo. Empieza poco a poco, ten paciencia y haz que tu dinero trabaje para ti.
Antes de hacer cualquier inversión, es crucial tener en cuenta que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, y que es muy recomendable una investigación propia así como la opinión de un experto.