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La tormenta de desgracias que rodea al exchange FTX parece no tener fin. Han aparecido nuevas pruebas de que a la plataforma de criptomonedas caída en desgracia le faltaban entre $8.000 y $10.000 millones de dólares en activos. La nueva junta de FTX ha presentado nuevos cargos contra el antiguo CEO de FTX, Sam Bankman-Fried, y su equipo ejecutivo. Esto demuestra que la junta era consciente desde hacía tiempo del enorme agujero de FTX, incluso meses antes de que la bolsa se derrumbara.
Mala gestión financiera del exchange FTX
En el pasado, Bankman-Fried ya habló abiertamente de la situación entre bastidores de FTX. Describió entonces lo deficiente que era la organización financiera de FTX y de su empresa hermana Alameda Research:
«Alameda no se puede auditar. No quiero decir que las grandes empresas de contabilidad no quieran hacerlo; quiero decir que sólo podemos adivinar cuál es el balance financiero. Además, no tenemos en absoluto un historial claro de las transacciones. A veces encontramos 50 millones de dólares que habíamos perdido».
Así lo dijo Bankman-Fried en el pasado. Mientras tanto, Bloomberg ha revelado más detalles sobre esta política en el FTX. Caroline Ellison, ex directora gerente de Alameda, descubrió que FTX había perdido más de 8.000 millones de dólares en saldos de clientes. No está claro qué ocurrió exactamente con el dinero. Sin embargo, se saben algunas cosas sobre en qué gastó exactamente el dinero FTX en su apogeo.
Además de las inversiones especulativas, que iban desde el comercio apalancado a la inversión en empresas emergentes, también se pagaron generosas primas al pequeño círculo de directivos. Por ejemplo, Ellison se pagó a sí mismo una prima de $22,5 millones de dólares, incluso después de enterarse del agujero de $8.000 millones en el presupuesto. Singh, otro alto ejecutivo, también recibió unos 500 millones en fichas FTX.
¿Un búnker e ingeniería genética?
Pero la mala gestión no acaba aquí. Esta semana ha salido a la luz una información muy absurda. Un memorándum interno hecho público reveló que el hermano de Sam, Gabriel Bankman-Fried, planeaba algo muy extraño con los depósitos de los clientes de FTX. Gabriel planeaba comprar Nauru, una isla independiente en el Pacífico. Quería construir allí un búnker para prepararse para el apocalipsis.
También indicó que quería instalar un laboratorio para modificar genéticamente a los humanos. También opinó que poseer un país independiente sería «útil para otras cosas». Toda esta historia demuestra lo absurdo de las cosas que ocurrían entre bastidores en el FTX. No sería de extrañar que esta información sea sólo la punta del iceberg.