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Probablemente ya habrás oído hablar de él: ChatGPT. Es un ejemplo elocuente de los servicios emergentes de Inteligencia Artificial (IA), también como Artificial Intelligence. Las empresas que están detrás de estos «chatbots» utilizan la información existente para generar productos rentables. Si fuera por Michael Miller, CEO de News Corp Australia, las empresas deberían pagar por el uso de esta información.
Hay que recompensar a los creadores de contenidos
Según Miller, la industria periodística y creativa corren el riesgo de volverse innecesarias muy rápidamente si empresas como OpenAI, creadora de ChatGPT, pueden utilizar contenido sin inhibiciones y de forma gratuita. Así lo afirmó el domingo en el periódico The Australian.
Miller cree que el rápido auge de estos productos de IA es una forma de que las grandes empresas tecnológicas «desarrollen una nueva mina de oro y maximicen sus ingresos utilizando el contenido creativo de otras personas sin compensarles por su trabajo original».
Se refiere a la mencionada OpenAI. La empresa ha alcanzado una valoración de $30.000 millones. La empresa utiliza información existente en Internet sin compensar a los creadores originales por ello.
Se necesitan leyes claras sobre el papel de los sistemas de IA que operan de este modo, si es que está a la altura de Miller.
«Los creadores merecen ser recompensados por el trabajo original utilizado por los sistemas de IA. Los sistemas están secuestrando el estilo de periodistas, músicos, escritores, poetas, historiadores, artistas, cineastas y fotógrafos.»
Gran preocupación por la IA
El director general de la plataforma de noticias australiana no es el único profundamente preocupado por el aterrador avance de la Inteligencia Artificial. La semana pasada, más de dos mil quinientos científicos y figuras destacadas del mundo de la tecnología, incluido Elon Musk, firmaron una carta abierta.
La carta abierta pide que se detenga el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Los firmantes están profundamente preocupados por los «riesgos para la sociedad y la humanidad». El propio Miller no cree que sea necesaria una prohibición o una paralización. Cree que, con la cooperación y las normas adecuadas, es posible una relación simbiótica entre las empresas de IA y los creadores de contenidos, como los periodistas.