En Japón están ocupados con la regulación de las criptomonedas, que debería promover las aplicaciones de la tecnología. Recientemente han introducido en el país un proyecto de ley que ofrece exenciones fiscales y ayuda financiera adicional. El objetivo principal es fomentar la creación de nuevas empresas y las inversiones significativas en el país.
La propuesta procede del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón. Se ha presentado a la Dieta, que es el parlamento nacional de Japón, para su aprobación.
Aprobación posible en junio
La propuesta es un paso significativo en la flexibilización de la regulación en torno al crypto, que tradicionalmente ha sido estricta en Japón. Al integrar las criptomonedas en las estrategias de inversión institucionales y darles un estatus legítimo, podría aumentar el interés y el uso de los activos digitales en el país.
Queda por ver si la ley se aprobará realmente. El actual periodo en el que se reúne el Parlamento japonés dura hasta el 23 de junio de 2024. Si lo desean, los diputados pueden decidir trasladar determinados proyectos de ley a un periodo posterior. Esto difiere de países como Estados Unidos, donde los proyectos de ley que no se aprueban caducan automáticamente al final de un periodo de dos años.
Impuestos favorables para las criptomonedas
La iniciativa llega después de una serie de otros planes prometedores sobre criptomonedas desplegados por el gobierno del país. A finales del año pasado, por ejemplo, Japón preparó una reforma fiscal crucial que beneficia a las empresas que invierten en crypto. Japón también introdujo nuevas regulaciones en 2023 que darán a las startups más oportunidades para obtener financiación a través de la tecnología blockchain.
La reforma fiscal pretende gravar únicamente los beneficios obtenidos de las ventas de criptomoneda, en línea con cómo tributan los inversores privados. Esta reforma reduciría la carga fiscal de las empresas y haría a Japón más atractivo para la crypto-innovación. Si todo va bien, la política podría entrar en vigor en abril de 2024.