Foto: jittawit21/Shutterstock
Los datos muestran que todos los inversores que adoptaron una estrategia de Dollar Cost Averaging (DCA) al comprar Bitcoin (BTC) están en una posición rentable.
¿Qué es el dollar cost averaging?
El dollar cost averaging es una estrategia de inversión en la que se invierte periódicamente una cantidad fija, independientemente del precio de la inversión. El objetivo a largo plazo es reducir el riesgo de invertir en el momento «equivocado» y mitigar el impacto de la volatilidad del mercado.
El maximalista del Bitcoin que se hace llamar Wicked en Twitter compartió el interesante dato la semana pasada. Su gráfico muestra que los DCA que invierten en bitcoin, independientemente de cuándo hayan entrado, están en una posición rentable. Que la criptomoneda siga valiendo sólo un 42% de su máximo histórico no tiene mayor importancia.
Aunque Bitcoin cotiza actualmente muy por debajo de su valor máximo histórico, los datos mencionados demuestran que aplicar una estrategia de inversión probada como el DCA puede dar resultados significativos.
¿Más subida de precios en camino?
Las ganancias de los DCA podrían subir potencialmente, ya que el sentimiento del mercado parece estar invirtiéndose. Varias agencias han observado señales alcistas. La gestora de activos estadounidense ARK observa una creciente participación institucional y un número cada vez mayor de bitcoins del 70% que han permanecido sin tocar durante al menos un año. Esto último indica la presencia de inversores a largo plazo.
El conocido analista Michael Pizzino también mostró su optimismo sobre el precio del Bitcoin la semana pasada. A pesar de que el precio se mantiene estable en torno a los $30.000 y aún no ha traspasado la barrera, el analista sigue siendo alcista a nivel macroeconómico. Subraya la importancia de las diversas perspectivas a la hora de construir una estrategia de inversión. El creciente interés por el ETF de Bitcoin de BlackRock y la menor disponibilidad de Bitcoin en los principales exchanges son signos esperanzadores, a pesar de la elevada inflación subyacente y los tipos de interés en Estados Unidos.