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El mes pasado, el ecosistema Solana (SOL) estaba en pleno auge, liderado por la extraña explosión de precios de la memecoin BONK (BONK). En poco tiempo, el token con temática canina asaltó la cima del mercado de criptomonedas, pero ahora el proyecto parece haberse perdido de vista durante bastante tiempo. Medido desde el máximo absoluto alcanzado a mediados de diciembre, el precio de las acciones de BONK ha caído la friolera de un 70%.
El bombo del meme de Solana se enfría
BONK empezó a ganar impulso a partir de noviembre, pero durante el último mes del año, el precio se disparó de repente. BONK empezó a cotizar en los principales exchanges, como KuCoin, Coinbase y Binance, y entró con orgullo en el top 50 de las mayores criptomonedas.
El 15 de diciembre, BONK alcanzó su máximo histórico de $0,00003419. El 1 de diciembre, el precio seguía en $0,000003865, lo que representaba un aumento del precio de aproximadamente el 785% en unas 2 semanas.
El 21 de octubre, antes de que se iniciara la tendencia alcista, el precio de BONK aún estaba en $0,00000019. Esto significa que, en poco menos de 2 meses, el precio ha experimentado una repugnante subida de casi el 18.000%.
Después de una subida tan absurda, una corrección significativa del precio está más que justificada. Lógicamente, los inversores están recogiendo sus beneficios y el bombo que rodea al proyecto está menguando. Desde su máximo absoluto a mediados de diciembre, la cotización de BONK ha caído ya un 70%.
La semana pasada contribuyó significativamente a ello. De hecho, BONK se ha desplomado un 23,5% en los últimos siete días. Esto convierte a la memecoin incluso en uno de los descensos más duros de la semana pasada dentro del top 100 de criptomonedas. Actualmente, BONK ocupa el puesto 90 dentro del mercado de criptomonedas más amplio, con una capitalización de mercado de más de $644 millones.
Riesgos del comercio de criptomonedas
La reciente caída de la mayor memecoin de Solana ilustra la volatilidad y los riesgos asociados a la inversión en criptomonedas. Durante las primeras semanas de diciembre, BONK estuvo totalmente en el candelero, con muchos entusiastas de las criptomonedas animados por el FOMO («miedo a perderse algo») a participar en la impresionante explosión de precios.
Ahora que el precio ha sufrido una importante corrección, muchos inversores están profundamente hundidos. Esto pone de relieve la importancia de la cautela y de comprender bien la naturaleza efímera de los movimientos del mercado impulsados por el bombo publicitario.