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La joven criptomoneda dogwifhat (WIF), que hizo millonarios a varios operadores tras su lanzamiento en la red Solana (SOL) el pasado diciembre, vuelve a subir. En las últimas 24 horas, la moneda ha subido la friolera de un 32,5%. De hecho, desde el 7 de febrero, la moneda casi se ha duplicado. ¿Es posible que la moneda establezca un nuevo máximo histórico (ATH)?
Memecoin dogwifhat de nuevo en alza
A principios del mes pasado, este nuevo token fue ampliamente cubierto por los sitios de noticias. Dogwifhat subió hasta un 63% en pocas horas, y siguió haciéndolo durante mucho tiempo. El token fue comparado con precursores como bonk (BONK) e incluso dogecoin (DOGE). Desde luego, las comparaciones están ahí, teniendo en cuenta que WIF tiene como logotipo al conocido perro Shiba Inu, pero con sombrero.
Hoy, la flamante moneda se ha disparado por enésima vez. Tras un periodo de caída desde el 25 de enero, memecoin ha subido como la espuma desde el 7 de febrero. Tras tocar un valor de €0,16, cerca del mínimo histórico, el precio subió rápidamente a un valor actual de €0,31. Dado que la subida no parece haberse detenido todavía, y el ATH se sitúa en €0,446, alcanzar un nuevo récord puede estar cerca.
Las memecoins lanzadas en la red Solana son muy populares. Las nuevas criptomonedas, como bonk, dogwifhat y myro (MYRO), han obtenido unos rendimientos enormes. Bonk, por ejemplo, que hoy está un 9,5 por ciento en verde, subió un 12 mil por ciento desde octubre del año pasado.
Myro subió de un mínimo de €0,00185 a €0,2417. Esto supone un aumento del 13 mil por ciento. A esa moneda, por cierto, no le está yendo tan bien. El token ha bajado hasta un 80% desde su máximo histórico del 19 de enero. La enorme presión vendedora ha dificultado que la criptomoneda vuelva a sus niveles anteriores.
De $1.000 a $100.000
Dogwifhat hizo millonario al usuario de X (antes Twitter) blockgraze, entre otros. El crypto comerciante encontró la memecoin muy cómica tras toparse con ella en la red social. Decidió invertir $1.000 en ella, una decisión de la que no se arrepentiría más tarde.
En poco tiempo, el valor de su inversión se disparó. Decidió vender parte de ella, por un total de $25.000. Decidió conservar los $130.000 restantes, por si el precio de las acciones subía mucho más tarde. No se sabe a cuánto ascendió el beneficio final realizado.