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Las criptomonedas están compitiendo básicamente con algo sobre lo que los gobiernos solían tener un estricto monopolio: el dinero. Pero las criptomonedas y el blockchain pueden utilizarse para muchas más cosas. Worldcoin se da cuenta de esto mejor que nadie. Un nuevo proyecto debería dar más poder al futuro de esta controvertida red.
Worldcoin reparte criptomonedas
En un comunicado de prensa, Worldcoin escribe que la organización ha lanzado el «Programa Wave0». Este proyecto distribuirá donaciones por valor de $5 millones dentro de la circunscripción del proyecto, y tiene como objetivo hacer crecer aún más el ecosistema, así como fomentar nuevos proyectos Worldcoin.
Habrá tres destinos de las donaciones, siendo por ahora los desarrolladores los protagonistas. Las «Subvenciones comunitarias» tienen un límite de 5.000 WLD (actualmente convertidos a $12.000) por proyecto. Estas subvenciones serán para organizadores de eventos, patrocinios y hackathones.
La segunda categoría se llama «Subvenciones para proyectos» y son para proyectos más ambiciosos, que pueden obtener hasta 25.000 WLD cada uno. La tercera categoría no tiene límite y es para los proyectos más audaces.
Las subvenciones se gastarán en WLD, la criptomoneda propia del proyecto. Los creadores, junto con la Fundación Worldcoin, también pueden optar por denominar las donaciones en USDC de Circle u otra stablecoin, dijo la fundación. La regulación sería un factor importante en este sentido.
Los gobiernos no están contentos con Worldcoin
De hecho, no es ningún secreto que Worldcoin es una espina clavada para muchos gobiernos, incluidos los de la Unión Europea. Casi inmediatamente después del lanzamiento del token, se reveló que las autoridades reguladoras de Alemania y Francia ya estaban investigando si lo que planea Worldcoin es legal.
De hecho, el plan consiste en proporcionar a las personas de todo el mundo un Incone Básico Universal (IBU), que se supone que combatirá la desigualdad de ingresos. Pero para ello es necesario que los participantes capturen su identidad con un escáner de iris. Antes, los gobiernos eran los únicos autorizados a realizar controles de identidad a gran escala, sobre todo cuando se trataba de prestaciones. Los responsables políticos, al igual que la industria de las criptomonedas, tenían dudas sobre las afirmaciones de que las identidades de los clientes estarían debidamente protegidas.