Distintos países muestran diferentes niveles de crypto-adopción. Por ejemplo, en Argentina y Turquía, donde la inflación está por las nubes, el porcentaje de personas con criptomonedas es enorme. Al mismo tiempo, las criptomonedas siguen siendo poco aceptadas en países muy pobres de África y Asia. Un nuevo estudio ha analizado la situación actual en Francia, y los resultados son sorprendentemente positivos.
Las criptomonedas son más populares que la renta variable
Una encuesta reciente realizada por el regulador de los mercados financieros de Francia, la Autorité des Marches Financiers (AMF), y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) analizó el comportamiento inversor de los residentes en Francia.
En primer lugar, una encuesta de 8.456 personas mostró que el 24% tienen al menos un producto de inversión. Además, la mitad de los inversores declaró haber empezado a invertir a partir de 2020, tras el inicio de la pandemia de COVID. Este grupo representa el 12% del total de la población adulta francesa.
A continuación, analizaron los activos específicos que poseían los franceses. Los fondos inmobiliarios salieron como «ganadores». El 10,7% de los inversores declaró tener su dinero en ellos.
Las criptomonedas ocupan el segundo lugar, con un porcentaje del 9,4%. Las acciones individuales se situaron en el puesto 3. El 7,3% de los inversores declaró tener acciones individuales.
Sólo el 2,4% de los inversores declaró haber invertido en Exchange Traded Funds (ETF). Esto representa un contraste significativo y sorprendente con los activos digitales.
Los nuevos inversores se inclinan por las criptomonedas
También se llevó a cabo otra investigación sobre los «nuevos» inversores, o aquellos que empezaron a invertir después del brote de coronavirus.
Los resultados mostraron que estos recién llegados mostraron más interés por los criptoactivos, como bitcoin (BTC) y ethereum (ETH), que los que ya habían invertido su dinero antes de la pandemia. En concreto, el 54% de los recién llegados poseen crypto-activos, mientras que entre los inversores anteriores este porcentaje equivale al 25%.
El perfil de estos recién llegados es predominantemente masculino y joven, ya que el 63% tiene entre 25 y 34 años.