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La blockchain fue una de las técnicas más populares en las que invirtieron las instituciones, según mostraron varias encuestas el año pasado. Pero recientemente han ocurrido muchas cosas. Por ejemplo, 2022 no únicamente fue el paisaje de un profundo mercado bajista, también fue el auge de la Inteligencia Artificial (IA). Las instituciones lo consideran ahora mucho más importante que la blockchain.
Blockchain y criptomonedas cada vez menos populares
Así lo afirma JP Morgan en un informe sobre una encuesta. El banco de inversión encuestó a 835 inversores institucionales de 60 mercados diferentes de todo el mundo. Hace un año, el 25% de los encuestados todavía pensaba que blockchain era el desarrollo más relevante, y otro 25% pensaba que la IA y su término asociado Machine Learning se convertirían en esto. Ahora, un impresionante 53% cree que la IA será el cambio más fundamental. Solamente el 12% considera que en 2023 blockchain tendrá este papel.
Este enorme giro vendrá sin duda de la introducción de ChatGPT, una aplicación de IA muy popular de OpenAI. A este modelo informático se le pueden hacer preguntas y obtener una respuesta “inteligente”. También tenía mucho que decir sobre Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH). Sin embargo, también suscitó muchas críticas. En cualquier caso, causó un gran revuelo, y así lo refleja la investigación de JP Morgan.
La inflación ya no es un temor
La percepción de la economía para el año que viene también ha cambiado considerablemente. A principios de 2022, el 48% consideraba que la inflación era el mayor impacto en el mercado, mientras que el 13% pensaba que la economía y los mercados financieros se estaban centrando en las cosas equivocadas. Incluso un 13% opinaba que la pandemia de gripe aviar podría complicar demasiado las cosas. Solo el 5% opinaba que la posibilidad de recesión era un problema.
Ahora, el miedo a la inflación ha dado paso al miedo a la recesión (30%). Sin embargo, el 26% sigue preocupado por la inflación. El 19% considera que los conflictos geopolíticos son la mayor fuente de preocupación, aunque no está claro si se trata de la situación con Rusia y Ucrania o de otros conflictos.