Aunque en un principio muchos se centraron en el rey de las criptomonedas, el bitcoin (BTC), un estudio reciente de Fidelity apunta a un creciente interés por otro actor importante: Ethereum (ETH). Pero, ¿qué hace que Ethereum sea tan atractivo para los inversores institucionales?
Ethereum destaca
Chris Kuiper, alto ejecutivo de la gestora de activos Fidelity, destacó durante una reciente entrevista con el podcast Bankless que Ethereum se está diferenciando cada vez más del bitcoin:
«El paso a la prueba de participación y los próximos desarrollos ponen de relieve lo singular que es el caso de uso de Ethereum. Esto respalda la historia de diversificación para los inversores institucionales», dijo Kuiper.
Ha pasado aproximadamente un año desde que Ethereum completó su actualización «merge», cambiando su mecanismo de consenso de proof-of-work a proof-of-stake. Esto tuvo muchas ventajas, como una reducción del 99% del consumo de energía de Ethereum y una fuerte reducción de la inflación de los tokens de ETH. También sentó las bases para la escalabilidad mediante la fragmentación.
El ETH se hizo más escaso
Los cambios dentro de Ethereum han hecho que el token sea más escaso, lo que se suma a la historia del ETH como forma emergente de dinero.
«Las diversas actualizaciones dentro de Ethereum han hecho que el token sea más escaso. Esto refuerza la imagen de Ethereum como posible reserva de valor».
No obstante, señalaron los analistas de Fidelity, el precio del éter aún no ha reflejado plenamente los beneficios alcistas del nuevo mecanismo de combustión. Cooper también subrayó que Ethereum no tiene las ventajas de ser el primero y el efecto de red del bitcoin. «Algunos pueden dudar del futuro de Ethereum, teniendo en cuenta que ha cambiado tantas veces en el pasado», dijo.
En lo que respecta a otras criptomonedas fuera del bitcoin y Ethereum, los analistas dicen que simplemente no hay mucha demanda por parte de las instituciones. Kuiper lo expresó acertadamente: «Para ellos, el zumo no vale la pena exprimirlo».
A medida que las criptomonedas sigan desarrollándose y evolucionando, los inversores pueden esperar continuos cambios en el interés institucional entre las distintas monedas. Aunque el bitcoin mantiene su dominio, el ethereum ofrece una propuesta de valor única que atrae cada vez a más inversores, a menudo grandes.