Con la subida del bitcoin (BTC), las empresas mineras también están haciendo un buen negocio. Con el elevado precio del bitcoin, por fin se vuelven a obtener beneficios tras un largo mercado bajista, y las empresas mineras están ocupadas preparándose para el próximo halving del bitcoin. Entre ellas se encuentra Riot Platforms, una conocida empresa minera estadounidense que cotiza en bolsa.
Pero en su informe anual, Riot advierte de los riesgos. En concreto, la empresa afirma estar preocupada por la actual escasez mundial de chips. Por el momento, Riot espera seguir incurriendo en elevados costes por los equipos de minería ASIC.
La escasez mundial de ‘chips’
El sector de la minería de Bitcoin es muy competitivo. Después del halving, esta competencia no hará más que aumentar. Esto requiere que los mineros aumenten constantemente la potencia de hash disponible, la potencia de cálculo para el minado de Bitcoin. Y esto significa invertir en nuevos equipos de minería.
«Para competir en este sector tan competitivo, tenemos que seguir invirtiendo en nuevos mineros. Tanto para sustituir a los antiguos como para aumentar nuestra tasa de hash y seguir el ritmo de crecimiento de la tasa de hash de la red global». Según Riot.
En este sentido, el sector minero depende de chips ASIC altamente especializados, que pueden ser producidos por un grupo muy selecto de fabricantes.
«La actual crisis mundial de la cadena de suministro, junto con la creciente demanda de chips informáticos, ha provocado una escasez de semiconductores».
afirma la empresa, que espera que esta escasez en curso cree problemas a largo plazo para las operaciones de la empresa. En diciembre, Riot compró a MicroBT más de 66.000 mineros por valor de $291 millones de dólares. Se trató de la mayor inversión en equipos mineros de la historia de la empresa.
Otros riesgos
Además del riesgo que supone la escasez de chips, Riot también depende del precio del bitcoin. La demanda de bitcoin también podría estancarse o caer, según la empresa. Esto, a su vez, ejercería presión sobre su balance.
La regulación también es un factor que tiene un gran impacto en la industria minera estadounidense. La nueva legislación climática en Texas y en el conjunto de Estados Unidos podría empezar a crear obstáculos.
«La nueva legislación y la creciente regulación relacionada con el cambio climático podrían acarrear costes significativos para nosotros y nuestros proveedores. Esto incluye los costes relacionados con el aumento de los requisitos energéticos, los requisitos de capital, las auditorías medioambientales y otros costes asociados a dichas normativas.»