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En el mundo de las criptomonedas hay estafas de todas las formas y tamaños, pero hay una estrategia que destaca por encima de las demás, denominada «estafa de salida».
Los proyectos reciben dinero de los inversores, luego el equipo tira del enchufe y se escabulle con el dinero de los inversores. Los inversores desprevenidos se quedan con enormes pérdidas.
Enorme crecimiento de las retiradas en criptomonedas
Una encuesta realizada por la empresa Hacking revela cifras impactantes. En el tercer trimestre de 2023, la friolera del 65,1% de las estafas fueron «rug pulls«. En total, ascendieron a la friolera de €682 millones.
Se trata de un fuerte incremento con respecto al trimestre anterior, en el que la cantidad total robada ascendió a €352 millones. Lo sorprendente es que el número de estafas en el tercer trimestre descendió de 131 a 117 estafas, pero el tamaño de las mismas aumentó significativamente.
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We've analyzed 117 hacks, unveiling $720M in losses 💸
Get ready for key insights:
⚪️ Access Control risks loom large
⚪️ Your next crypto loss will likely come from Rug Pull
⚪️ 65% damaged by one dreadful exploitRead full report 👇
— Hacken🇺🇦 (@hackenclub) October 25, 2023
El crecimiento de este tipo de estafas se debe en parte a la facilidad para crear un token dentro del mundo de las criptomonedas. En pocos pasos se crea un token, lo que hace que este fenómeno siga siendo habitual.
Este tipo de estafa se produce con frecuencia porque los inversores invierten regularmente en cryptos por «miedo a perderse algo» (FOMO) sin investigar el proyecto.
Señales de advertencia de un retroceso
Las señales de advertencia en el mundo de las criptomonedas, también conocidas como «banderas rojas», pueden asegurarle que no será víctima de un «rug pull«. Los proyectos en los que no se conoce el equipo subyacente pueden ser una potencial bandera roja.
También es muy importante que el equipo haya pasado una auditoría pública, en la que una parte independiente aprueba o desaprueba el proyecto en cuestión. En el estudio, Hacking señala que sólo 12 de los 78 rug pulls, se habían sometido a una auditoría.