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Los alcistas llevan tiempo luchando por recuperar el impulso positivo de las últimas semanas y empujar el precio del bitcoin a nuevos máximos.
Esa presión bajista sobre el bitcoin en estos momentos parece ser principalmente de naturaleza macroeconómica. La inflación en Estados Unidos está aumentando con cautela y, en parte por este motivo, el mercado espera cada vez menos recortes de los tipos de interés en 2024.
Mientras que a principios de 2024 todavía se contaba con el primer recorte de los tipos de interés estadounidenses en marzo, ahora parece que será en junio o julio.
El jueves será crucial para el precio del bitcoin
De momento, todas las miradas macroeconómicas están puestas en el próximo jueves. Será entonces cuando vuelva a publicarse el indicador de inflación favorito del banco central estadounidense. Será, por supuesto, el índice de precios del Gasto en Consumo Personal Básico (Core PCE).
En diciembre, este índice subió un 0,2% para alcanzar un resultado anualizado del 2,9%. También se espera un aumento del 0,2% para el mes de enero. El mes pasado parecía mantenerse la tendencia a la desinflación (caída de la inflación).
Por tanto, es crucial que el jueves se confirme.
Esto parece especialmente cierto después de que se anunciara que el índice de precios al consumo (IPC) fue mayor de lo esperado la semana pasada y que el índice de precios al productor (IPP) también registró un resultado superior al previsto.
Si el índice de precios PCE básico también ofrece una sorpresa negativa la semana que viene, podría suponer un impulso para el precio del bitcoin.
¿Problemas para el bitcoin?
En el panorama macroeconómico, parece que se están formando algunos inconvenientes para el bitcoin. Por otro lado, tampoco hay que exagerar. También podría muy bien ser que el mercado necesite tomarse un respiro tras las gigantescas ganancias de los últimos tiempos.
Un área de preocupación en este momento es también la economía alemana, que está mostrando resultados decepcionantes, especialmente en el sector industrial.
Según algunos analistas, Alemania podría convertirse en la primera economía occidental en caer en recesión desde la pandemia. ¿Sería entonces el Banco Central Europeo el primero en pisar el freno y cambiar de rumbo?