La Reserva Federal subió los tipos de interés un 5% en 15 meses, después de haber rondado el cero desde 2008. Estamos ante una economía que se ha construido sobre tipos de interés del 0% durante la última década y que de repente tiene que hacer frente a tipos de interés de más del 5%.
Entonces, ¿Cómo es posible que todavía no haya recesión en este momento?
¿Qué es una recesión?
Antes de sumergirnos en los acontecimientos actuales, quizá sea útil dar una definición del término recesión. Básicamente, existe una recesión cuando observamos un descenso claro y constante del consumo, los ingresos y la producción y un aumento del desempleo.
Un mayor desempleo reduce el consumo, lo que hace descender los ingresos y acaba provocando despidos.
Para el Bitcoin, esto no sería un buen desarrollo inicialmente, ya que la gente suele vender activos de riesgo por dinero fiduciario durante una recesión. Después de todo, pueden utilizarlo para pagar las facturas.
Esa espiral negativa la suelen romper los bancos centrales, que bajan los tipos de interés para estimular la economía. Como inversor, puede ser interesante cronometrar este tipo de periodos, ya que teóricamente pueden generar enormes rendimientos.
Para ello, como inversor necesita vigilar varios de los llamados indicadores adelantados. Con ellos, podrá hacerse una idea de lo cerca que está en estos momentos una posible recesión.
Para estos indicadores, debe pensar en los tipos de interés de los bancos centrales, las curvas de rendimiento (curva de rendimiento invertida), la demanda del mercado inmobiliario, la producción industrial y muchos más. En estos momentos, muchos de estos indicadores apuntan hacia una recesión, pero aún no hemos visto ninguna….. ¿cómo puede ser?
¿Por qué se retrasa la recesión?
Hay varios factores que pueden estar contribuyendo a la tímida ausencia de una recesión. En primer lugar, el retraso en el impacto de las subidas de los tipos de interés por parte del banco central estadounidense. La economía suele tardar unos 12 meses en notar el pleno impacto de una subida de los tipos de interés.
Además, la economía estadounidense depende cada vez más del sector servicios. Sectores como el manufacturero y el inmobiliario son naturalmente más sensibles a las subidas de los tipos de interés. Debido al creciente predominio del sector servicios, la economía estadounidense es menos sensible a las subidas de los tipos de interés.
Debido a la menor participación de la industria manufacturera y el sector inmobiliario en el conjunto de la economía, se necesitan más daños en estos sectores para desencadenar una recesión.
Además, las autoridades estadounidenses inundaron la economía de capital durante la pandemia del COVID-19. Por esta razón, el consumo se mantiene boyante y el sector servicios sigue relativamente poco afectado por las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal.
Los ahorros no utilizados pueden incluso beneficiarse de los bonos a corto plazo del gobierno estadounidense, que actualmente devengan tipos de interés del 5%. Por esa razón, la gente también está obteniendo una rentabilidad decente por sus ahorros en estos momentos.
Esta combinación de factores garantiza que la economía estadounidense sea algo más resistente a la dura política de la Reserva Federal. Una recesión en la segunda mitad de 2023 sigue siendo el caso base, pero mucho depende del consumidor estadounidense.
En este sentido, será interesante vigilar el comportamiento del consumo y el ahorro de los consumidores estadounidenses.