Polygon Labs, la empresa que está detrás de Polygon (MATIC), está dando un paso audaz en el mundo de la DeFi, con una propuesta que podría transformar su seguridad y resistencia. Una publicación reciente ofrece una nueva perspectiva sobre cómo la DeFi puede considerarse «infraestructura esencial», lo que podría tener un impacto significativo en la forma en que abordamos las innovaciones financieras.
La revolucionaria propuesta de Polygon Labs
El equipo jurídico de Polygon Labs, formado por Rebecca Rettig, Katja Gilman y Michael Mosier de Arktouros, ha publicado recientemente un innovador documento de 45 páginas titulado «Un marco conceptual para combatir la actividad financiera ilícita en las finanzas descentralizadas».
Este documento propone clasificar los protocolos DeFi reales como infraestructuras críticas. Esto significaría ponerlos bajo la supervisión de la Oficina de Ciberseguridad y Protección de Infraestructuras Críticas (OCCIP) del Departamento del Tesoro de EEUU.
Esta idea innovadora va más allá de la regulación financiera tradicional. La OCCIP no es un regulador financiero oficial, sino que coordina los esfuerzos del departamento para mejorar la seguridad de los servicios financieros. Su trabajo incluye la colaboración con empresas financieras, grupos del sector y organismos gubernamentales para compartir información sobre ciberseguridad y amenazas.
Diferencia entre verdadera descentralización y centralización
Un aspecto central de la propuesta de Polygon Labs es la distinción entre los protocolos DeFi verdaderamente descentralizados y los que tienen una centralización significativa. Según el equipo, estos últimos deben seguir sujetos a la normativa financiera vigente. Esta distinción es crucial porque tiene en cuenta la naturaleza única de los distintos sistemas DeFi y su impacto en la seguridad nacional y económica de los países.
Si se aprueba la propuesta de Polygon, podría tener importantes implicaciones, especialmente en lo que respecta a la seguridad de las plataformas DeFi. Son precisamente estas plataformas las que a menudo son víctimas de hackeos a gran escala, incluso hoy en día. Por ello, etiquetarlas como infraestructuras críticas podría disuadir a los piratas informáticos.