El impacto de las criptomonedas en la economía mundial es un tema que ya no puede ignorarse. En una reciente edición especial del New York Times, Monica Long, presidenta de Ripple (XRP), habló de este impacto, centrándose especialmente en la «criptotización» de las economías en desarrollo. En países como Argentina, Zimbabue y, más recientemente, Nigeria, la gente elige cada vez más criptomonedas o stablecoins respaldadas por el dólar (USD) en lugar de sus propias e inestables monedas locales. ¿Qué impulsa este fenómeno?
Aumento de la inflación y disminución del poder adquisitivo
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan estos países es el rápido aumento de la inflación, que está reduciendo significativamente el poder adquisitivo de los consumidores. Las monedas locales están perdiendo valor rápidamente, lo que está provocando una mayor aceptación de las criptomonedas. Esto pone de manifiesto que la infraestructura financiera actual puede ser demasiado fragmentada, lenta y cara para satisfacer las necesidades del creciente comercio mundial.
Ripple President @MonicaLongSF was featured in @nytimes’ Special Series on what macro factors, such as the “cryptoization” of emerging economies, are affecting how consumer behaviors will change in 2024 and beyond. https://t.co/Rqdxb1uQcE
— Ripple (@Ripple) December 14, 2023
Ripple ve un futuro en el que los sistemas financieros «se trasladarán a Internet», aumentando la accesibilidad y asequibilidad de los servicios financieros para todos. Este cambio de la infraestructura financiera analógica a la digital podría tener un profundo impacto en la forma en que se lleva a cabo el comercio.
Ripple apuesta por el futuro digital
En este contexto, el papel de las criptomonedas se considera no sólo una inversión alternativa o una herramienta especulativa, sino también una solución práctica a los retos económicos en economías inestables. La creciente aceptación de las monedas digitales en estos países es un claro indicio de la necesidad de una infraestructura financiera más ágil, eficiente y accesible. A medida que el mundo sigue avanzando en la dirección digital, el papel de las criptomonedas como fuerza estabilizadora de la economía mundial no parece sino aumentar.
Ripple está cogiendo el toro por los cuernos en este sentido. Tiene varios proyectos en marcha en los que ayuda a los gobiernos a implantar monedas digitales. Un ejemplo es Palau, donde espera desencadenar una auténtica revolución digital con su plataforma CBDC.