Los bancos empiezan a mostrar cada vez más interés por las criptomonedas. Ahora, un banco francés llamado Société Générale (SocGen) ha emitido por primera vez un bono verde, y esta emisión se ha completado y tokenizado en la red Ethereum (ETH).
Un bono verde es un tipo de instrumento de deuda en el que los fondos recaudados se utilizan específicamente para financiar proyectos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Société Générale ha emitido este tipo de bonos, lo que significa que los inversores pueden invertir en ellos sabiendo que su dinero se destina a proyectos ecológicos. SocGen emitió €10 millones de euros en bonos verdes digitales. Los bonos fueron adquiridos por AXA Investment Managers (AXA IM) y Generali Investments.
SocGen considera la emisión de bonos como un primer paso hacia el uso de la tecnología blockchain como herramienta de almacenamiento y certificación para emisores e inversores. En efecto, para los inversores en bonos verdes u otras inversiones sostenibles es fundamental saber que su dinero se destina realmente a proyectos sostenibles.
La tokenización como futuro de la gestión de activos
Esta decisión del banco francés manifiesta un momento importante en el que las entidades están apostando por la tokenización de los activos del mundo real (RWA). Se trata de un proceso mediante el cual los activos físicos o tangibles se convierten en tokens digitales en una blockchain. Este proceso cambia la forma en que estos activos se negocian, gestionan y registran. Se trata de un mercado lucrativo. De hecho, según la empresa de gestión de inversiones 21.co, el valor de mercado de los activos tokenizados puede alcanzar los $10 billones de dólares a medida que más RWA se pasen a blockchain.
BlackRock explora la tokenización
Larry Fink, consejero delegado de la mayor gestora de activos del mundo, BlackRock, ve futuro en la tokenización de activos a través de la tecnología blockchain. En su carta anual a los accionistas, Fink destaca la eficiencia que ofrece blockchain al reducir los intermediarios en las transacciones financieras. Sostiene que una regulación clara es esencial para aprovechar todo el potencial de esta tecnología. Fink advierte de que Estados Unidos va a la zaga de países como India y Brasil en la adopción de estas innovaciones, lo que indica un panorama cambiante en la gestión financiera mundial.