La organización ecologista Greenpeace no apoya el bitcoin (BTC). Según la organización, bitcoin es muy contaminante para el medio ambiente. La organización ecologista había lanzado incluso una campaña especial «Cambia el Código» para hacer del bitcoin un sistema de proof-of-stake.
Según Troy Cross, profesor del Reed College de Portland, la política anti-bitcoin de Greenpeace está totalmente injustificada. En un largo post en Twitter, analiza la política de Greenpeace y señala sus defectos.
.@greenpeaceusa has shown no interest in actually changing bitcoin's code. Else, they would have hired someone to explore the technical options. (They haven't.)
They would have worked with environmentalists within the bitcoin community to engender support for such a change, so…
— Troy Cross (@thetrocro) October 16, 2023
Greenpeace no entiende nada de bitcoin (BTC)
La idea central de la historia de Cross es que Greenpeace no entiende en absoluto la industria de la minería de bitcoin. Dice que Greenpeace grita eslóganes como «Cambia el código», pero no ha consultado a expertos para saber más sobre la tecnología subyacente del bitcoin.
La mayor crítica de Greenpeace es el clásico argumento de «malo para el medio ambiente». Sin embargo, Greenpeace parece desconocer los numerosos proyectos mineros que queman metano para generar energía. En realidad, estas iniciativas evitan las emisiones de gases de efecto invernadero. Lee más sobre estos interesantes y sostenibles proyectos mineros aquí.
Además, según Cross, Greenpeace desconoce por completo el papel de la minería de bitcoin en la transición energética mundial.
«Si realmente les interesara el impacto medioambiental de bitcoin, se habrían enterado de que bitcoin pretende utilizar la energía más barata. Si ese comprador de energía es flexible, móvil y escalable, eso es bueno para la transición energética a largo plazo.»
¿Doble agenda?
Eso dice Cross, que especula que la agenda anti-bitcoin no es auténtica, sino impulsada por ciertos contribuyentes.
«Su objetivo siempre ha sido dañar la reputación de cualquiera que tenga algo que ver con bitcoin, y promover una legislación anti-bitcoin».
Cross concluye su argumentación citando artículos aún más absurdos de Greenpeace. En 2017, por ejemplo, la organización escribió que el bitcoin consumiría toda la energía de la Tierra en 2020. Cross afirma que precisamente hoy, en 2023, veremos florecer la industria minera del bitcoin.