Durante un tiempo, 2023 pareció un año tranquilo en cuanto a estafas y hackeos, pero desgraciadamente ya no es así. Una de las estafas más comunes tiene un giro novedoso. Las llamadas «grandes estafas de carnicería» son tan numerosas que el gobierno estadounidense se ha sacado de la manga al editor de stablecoin Tether.
Tether congela USDT de estafadores
La «carnicería del cerdo» consiste en que un estafador se gana la confianza de la víctima y luego le pide dinero. Esto suele ocurrir en un contexto amistoso o romántico, y la gente pierde grandes sumas de dinero con este tipo de estafa. A principios de este año, el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) se incautó de $112 millones procedentes de este tipo de estafa. Ahora el mismo Departamento ha hecho un segundo asalto.
Tether escribe en un comunicado de prensa que ha colaborado con el Departamento de Justicia de EEUU para congelar unos $225 millones robados. Las monedas se encuentran en carteras de autocustodia pertenecientes a los estafadores, que supuestamente están implicados en el tráfico de seres humanos en el sudeste asiático, además de en la «matanza de cerdos».
La investigación se realizó en colaboración con la empresa de análisis de blockchain Chainalysis, la criptobolsa OKX y varias fuerzas de seguridad. Las monedas no están en manos de «clientes de Tether», pero tampoco está claro cuál es exactamente el proceso de congelación de las monedas.
Podría ser que los USDT en cuestión se encuentren en Ethereum (ETH), cuya blockchain no permite actualmente que se realicen determinadas transacciones si las direcciones de los monederos están en la lista de sanciones de EEUU. De hecho, Ethereum detiene las transacciones procedentes de direcciones censuradas.
Tether escribe además que, al igual que los bancos, tiene que cumplir las normas habituales del sector financiero, como las normas «Conoce a tu cliente» (KYC), las medidas contra el blanqueo de dinero y la «Ley del Secreto Bancario».
El gran problema de la criptodelincuencia
Por desgracia para los inversores, las criptoestafas y los hackeos son muy frecuentes. El año pasado, las criptoestafas fueron la segunda forma de fraude más importante. El año pasado también fue un año récord para los piratas informáticos. Este año pareció estar tranquilo durante un tiempo, pero el pasado otoño los delincuentes volvieron a marcar el ritmo.