Un empresario ruso llamado Maxim Khakimov está siendo acusado de formar parte de una organización presuntamente utilizaba España como centro para blanquear dinero. Los fondos, procedentes de la delincuencia organizada en Rusia, eran blanqueados a través de inversiones en criptomonedas. En esta operación fue clave la colaboración de uno de los hackers más hábiles del mundo, que residía en Alicante.
Blanqueador Ruso del Bitcoin en España
Maxim Khakimov, en su afán por blanquear capitales a través de las criptomonedas, entró en contacto con Denis Katana, propietario de un wallet digital que contenía 5.000 BTC, valorados en unos 55 millones de euros. Esta información fue revelada en un documento judicial que concluye la investigación, obtenido por El Español.
Denis Katana llegó a España en 2014 y residía tranquilamente en una finca de la playa alicantina de San Juan sin levantar sospechas. Era conocido como uno de los principales cyber-delincuentes del mundo, especializado en programación informática y el crypto. En su calidad de experto informático, Katana asesoraba a Maxim Khakimov en la adquisición de bitcoins y el blanqueo de dinero de origen ilícito.
Katana tenía antecedentes penales, lo que llevó a la policía a desentrañar el grupo delictivo. Fue detenido en una operación de robo de más de mil millones de dólares de cajeros automáticos de bancos mediante programas informáticos. Los fondos robados se invirtieron posteriormente en crypto para blanquear los beneficios procedentes del robo. Sin embargo, las autoridades españolas redujeron esta cifra a 6 millones de euros. En 2021, Katana fue condenado a cuatro años de prisión por sus acciones y ahora está siendo investigado en Benidorm.
¿Cómo se blanqueaba el dinero?
Maxim Khakimov desempeñó un papel fundamental en el blanqueo de dinero procedente de la delincuencia organizada exsoviética mediante ingeniería financiera, recibiendo y transfiriendo fondos de sus clientes rusos en España. A pesar de conocer el origen ilícito de estos fondos, Khakimov colaboró con empresarios rusos para utilizarlos como inversores en sus proyectos inmobiliarios, de ocio y hostelería en las Islas Baleares y la provincia de Alicante.
Los implicados en la investigación facilitaron la conexión entre los empresarios rusos y sus homólogos españoles con fines de blanqueo de capitales. Esto se lograba a través de transacciones inmobiliarias, compras de terrenos, adquisiciones de restaurantes, entregas de dinero en efectivo, transferencias o movimientos de dinero entre empresas controladas por los sospechosos o sus apoderados. Como medio adicional para lograr sus objetivos de blanqueo de capitales, realizaban operaciones con criptomonedas.