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Si has estado en el mundo de las criptomonedas durante algún tiempo, probablemente estés al tanto del drama de FTX. En noviembre de 2022, la antigua bolsa de criptomonedas se derrumbó, provocando un mercado bajista más profundo y largo de lo previsto.
El hombre detrás de este desastre fue Sam Bankman-Fried, también conocido como SBF. En noviembre de 2023, SBF fue condenado por múltiples delitos graves, entre ellos fraude y conspiración para defraudar.
Donde antes se veía a SBF como el «mesías» de la criptoindustria, ya no queda nada en absoluto de su buena reputación. Nuevos documentos revelan que el ex CEO de FTX tenía otro plan para pulir su imagen antes de ser condenado.
Los planes secretos de ‘SBF’, ex director general de FTX
Tras la implosión de FTX, SBF, como Director General, se llevó todas las culpas. Con razón, por supuesto, pero él mismo tenía esperanzas de que su reputación aún pudiera salvarse.
Uno de sus planes era entablar una conversación con Tucker Carlson, un famoso y controvertido personaje de la televisión estadounidense. Según el plan, SBF saldría como republicano en esa conversación y así recabaría más apoyos.
Otro de los planes de SBF estaba relacionado con las plataformas de medios sociales. Según los documentos, contaría su versión de los hechos a través de las redes sociales. Incluidos «los detalles sórdidos, sobre lo que había ocurrido entre bastidores, pero también sobre los errores de los abogados».
El SBF también se planteó culpar de una «agenda woke» a Alameda, su empresa hermana, y lanzar mensajes contra Binance
Los fiscales aún no han acabado con el antiguo «rey de las criptomonedas»
Según los fiscales, todos estos planes no hacen sino atestiguar las técnicas de manipulación de gran alcance que SBF estaba considerando.
Mientras tanto, SBF ya está bajo llave y así seguirá por el momento. Los fiscales anunciaron recientemente sus peticiones de pena; exigen que SBF se enfrente hasta a 50 años de prisión.
En el punto álgido de FTX, el crypto imperio valía $32.000 millones. Esto se evaporó por completo y, además, desaparecieron $10.000 millones en activos de clientes. Aunque SBF siempre mantuvo su inocencia, varios antiguos colegas testificaron en su contra. Estos cómplices también se declararon culpables.